Para los conocedores de los cómics y los dibujos animados, el nombre de Winsor McCay es clave. Un influyente creador del que algo se puede conocer con la llegada a Netflix de El País de los Sueños.
La nueva película original de la plataforma que se inspira en Nemo (Little Nemo in Slumberland en inglés), la tira cómica que el dibujante y animador estadounidense comenzó a publicar en 1905.
La cual ocupó parte de las páginas del periódico New York Herald hasta 1911 con las aventuras de un niño a través de sus sueños, innovando el mundo de las viñetas con el uso del espacio y el ritmo.
Además de servir de referente a muchos directores de cine de los albores del siglo XX, con detalles como la forma de hacer continuar la acción de un cuadro a otro, en una especie de travelling en el papel.
Un viaje por la fantasía y creatividad de McCay que se convierte en inspiración de la colorida y vertiginosa cinta familiar dirigida por Francis Lawrence (Los Juegos del Hambre: en llamas).
La cual transforma al pequeño protagonista original de la obra de McCay en una despierta niña de 11 años llamada Nemo (Marlow Barkley), que vive con su papá en el faro de una pequeña isla.
Nemo descubre al alocado Flip
El cual se llama Peter (Kyle Chandler) y cada noche, antes de dormir, le narra a su hija las fantásticas historias que habría protagonizado junto a su amigo Flip, hasta que tiene un accidente en el mar.
Lo que deja a Nemo huérfana y bajo la custodia de su casi desconocido tío Philip (Chris O’Dowd), un poco comunicativo fabricante de perillas que no sabe nada de cómo criar a un niño.
Sin embargo, la protagonista descubre que al dormir viaja a El País de los Sueños, el mismo de los relatos de su padre, donde conoce a Flip (Jason Momoa) y la posibilidad de reencontrarse con Peter.
Y también se relaciona con un mapa de este lugar y las perlas que hacen realidad los deseos, que ella y el alocado Flip -que en actitud se asimila a un Beetlejuice colorinche y con cuernos- comenzarán a buscar.
Lo cual realizan en compañía del peluche Puerco y atravesando los sueños de diferentes personas, mientras va en su búsqueda la Agente Green (Weruche Opia) y Nemo escapa de una pesadilla.
En una mezcla de aventura, comedia, peligro y pérdida que recorre El País de los Sueños, una cinta familiar que logra entretener, pero se hace extensa y se pierde un poco en su vertiginoso mundo de ensoñación.