El tiempo que te doy: la original serie dramática española de Netflix en formato pequeño
Nadia de Santiago (Las chicas del cable) es una de las creadoras y protagonista del nuevo espacio que apuesta por diez capítulos de 11 minutos de duración, para mostrar cómo se sobrevive a una ruptura amorosa.
Hasta hoy las sitcoms y series animadas son las que generalmente ofrecen capítulos que no superan la media hora de duración. Sin embargo, El tiempo que te doy llega a Netflix para hacer historia como su primera producción dramática de emisiones aún más cortas.
Esto porque cada episodio del nuevo título español de la plataforma dura 11 minutos, sin contar los créditos. Todo un desafío de desarrollo temporal que nació de las mentes de los realizadores y guionistas Pablo Santidrián e Inés Pintor, y la actriz Nadia de Santiago.
A quien el público del servicio de streaming conoció por su papel de Marga Suárez de Las chicas del cable y hoy se convierte en Lina, la protagonista de un espacio que además juega con el pasado y el presente para mostrar cómo ella supera una ruptura amorosa.
“Cada día pensaré un minuto menos en él y así será un minuto menos de tristeza”, afirma Lina y la serie lo refleja en pantalla literalmente, estando en su primer episodio un minuto en el presente y diez en el pasado, para ir dando cada vez menos minutos a lo que pasó ayer.
Y bajo títulos que dejan muy en claro cuánto tiempo la emisión le dará a cada periodo, es que se desarrolla una narración que se inicia cuando Lina y Nico (Álvaro Cervantes) tienen una fuerte e hiriente discusión en la que claramente deciden dejar de ser pareja.
Luego rápidamente el relato viaja nueve años al pasado, cuando ella trabajaba en un hotel y otro de los empleados le pide una taza de café. Su nombre es Nico y se encarga de llevar a bucear a los huéspedes, y la ayuda a terminar las tareas de su turno de noche.
Las luces y sombras de una relación
Pero este biólogo de Zaragoza logra convencer a una reticente Lina, quien es de Valencia y quiere estudiar enfermería, de ir a bucear en vez de dormir antes de que salga el sol. Un encuentro junto al mar que los lleva al primer beso y al comienzo de su relación amorosa.
La cual pasa de momentos de pura complicidad, como cuando ya viven juntos y ella repasa la materia de cardiología junto a él, a otros con los primeros roces. Como cuando Lina le confiesa que está pensando en ir a estudiar fuera y él no puede ocultar su desazón.
Al mismo tiempo que en el presente ella trata de estar con otro hombre, pero no lo consigue; o corre en compañía de Inés (Cala Zavaleta) y busca departamento con su otra mejor amiga, Laura (Carla Linares), haciendo creer al corredor de propiedades que son pareja.
Y en el ayer se ve cuando Nico tuvo un grave accidente en moto que lo llevó al hospital. El que preocupa mucho a la protagonista, pero luego se convierte en tormento cuando descubre que él sufrió el choque con la misma compañera de trabajo con que la engañó.
En un camino de “sanación” donde para Lina es bastante difícil disfrutar de la celebración de su cumpleaños número 32 que organizaron sus amigos en medio de la naturaleza, pensando que Nico, aunque ya no estén juntos, no le ha escrito o llamado para saludarla.
Las luces y sombras que se van entrelazando a lo largo de El tiempo que te doy, mostrando cómo la pérdida lentamente va siendo reemplazada por la esperanza. En un relato fácil de seguir y apreciar, tanto por lo corto de sus 10 capítulos como por la cercanía que su historia y protagonistas generan en el espectador.
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