La película El vínculo parte con una escena que muestra una especie de ritual en el que a una mujer vestida de blanco la sostienen de las manos mientras ella da gritos de desgarro. ¿Qué le están haciendo?
Luego, se cita un texto de Ernesto de Martino, antropólogo italiano que a comienzos del siglo XX se dedicó a estudiar la vida campesina en el sur de Italia.
Habla sobre el amarre, un hechizo en el que una fuerza maligna se apodera de la mente y el cuerpo de otra persona para dominarla.
Es común en las zonas rurales al sur de ese país y lo llaman también “mal de ojo”, aunque al parecer es muy distinto y siniestro que el de ojo que se conoce por esta parte del mundo.
Es lo que le sucede en esta nueva cinta de terror de Netflix a Sofía (Giulia Patrignani), una niña que llega con su madre, Emma (Mía Maestro) y el novia de esta, Francesco (Riccardo Scamarcio), a una gran caso de campo.
Ahí vive Teresa (Mariella Lo Sardo), la madre de Franceso, con quien van a pasar unos días.
El lugar es bucólico y se sitúa en un terreno enorme lleno de árboles, pero pese a eso, algo no anda bien ahí. De hecho, muchos árboles están muertos y tumbados en el suelo. Según Francesco, su madre es capaz de sanarlos.
Luego, a la niña la pica una tarántula y es Teresa junto a la mujer con quien vive quienes deciden sanarla con un extraño método y a escondidas de su madre.
Terror a la italiana
En general, todo lo que sucede en esa casa tiene un aire enrarecido: la construcción misma, el sótano, lo que la pasa a los árboles y, sobre todo, la actitud de Teresa, la madre de Francesco.
La mujer actúa siempre de manera misteriosa y se relaciona con un cura que aparece por la casa de vez en cuando.
También es rara la relación entre la mujer y su hijo, algo que despierta sospecha sobre todo después que se agrava la picadura de Sofía.
Al parecer, lo que lo sucede a la niña es algo maligno y el pasado de Teresa y especialmente el de Francesco tendrían algo que ver.
No hay en El vínculo trucos de posesiones que hagan gritar de miedo al espectador. De hecho, el mal que afecta a la pequeña es algo más profundo que la va debilitando.
Lo que si atemoriza -un poco, aunque no tanto- es el ambiente misterioso y enrarecido que va marcando el suspenso a lo largo de los más de 90 minutos que dura esta cinta italiana.
Un película efectiva que se suma a la lista de títulos de terror disponibles en el catálogo de Netflix y que se disfrutará mejor -o casi exclusivamente- en la esperada noche de Halloween.