Después de probar suerte con la narrativa no lineal de su serie Caleidoscopio, Netflix vuelve al área de la innovación apostando una vez más por la interactividad con Elijo amor.
La película original de la plataforma que se suma así a anteriores y novedosos títulos como Black Mirror: Bandersnatch y Unbreakable Kimmy Schmidt: Kimmy vs. el reverendo.
Los que dejaron al espectador elegir la suerte de los personajes con grandes y pequeñas elecciones a lo largo de sus tramas, como también sucede en la cinta dirigida por Stuart McDonald.
La que se convierte en la primera comedia romántica con múltiples opciones para las vivencias de su protagonista, la veinteañera ingeniera de sonido Cami Conway (Laura Marano).
Aunque, a diferencia de lo que pasaba con las producciones que le antecedieron donde la selección provocaba grandes cambios, las opciones de Elijo amor varias veces llevan a la misma escena.
Aunque esto no le quita atractivo para quienes deseen explorar en las alternativas para el desarrollo de la historia de Cami y su búsqueda por el verdadero amor.
Las tres opciones amorosas de Cami
En una trama que comienza con la protagonista, quien se declara feliz con su vida y no teme hablarle directamente a la audiencia, rompiendo la cuarta pared, cuando visita a una tarotista.
Una cita donde aparecen rápidamente diferentes opciones para la continuación del relato, pero en definitiva se centra en un hecho primordial: Cami pronto deberá elegir entre tres galanes.
Los que en las cartas se presentan como El mago, El Caballero de Espadas y El Loco, para luego identificarlos como Paul (Scott Michael Foster), Jack (Jordi Webber) y Rex (Avan Jogia).
Quienes son su correcto novio abogado, el ambientalista que fue su enamorado en la secundaria y reencuentra como profesor en el colegio de su sobrina, y un rockero británico.
Los que convergen en la vida de Cami y la hacen dudar de lo que debe hacer con su vida romántica, al mismo tiempo que cuestiona el seguir con su trabajo actual o independizarse.
Dudas que pueden ser dilucidadas con la ayuda del espectador, mientras el relato se mueve por muchas situaciones bastantes cliché, teniendo siempre como punto clave un sueño de Cami.