Emily en París: las complicaciones laborales y del corazón marcan el tercer ciclo de la serie de Netflix
Lily Collins retorna como la luminosa Emily Cooper en la nueva temporada del exitoso espacio, donde la joven decide quedarse en la Ciudad Luz, mientras ella y sus amigos y colegas enfrentan varios desafíos.
Aunque ya llevaba varios años en el mundo de la actuación, fue gracias a su papel protagónico en Emily en París que Lily Collins conoció realmente la popularidad al encarnar a Emily Cooper.
La experta en marketing y redes sociales que en el primer ciclo de la serie de Netflix se mudó de Chicago a la capital francesa en vez de su jefa, para trabajar en la agencia de marcas de lujo Savoir.
Donde la veinteañera fue recibida con algo de frialdad por la jefa Sylvie (Philippine Leroy-Beaulieu), pero poco a poco demostró su capacidad en el manejo de cuentas de perfumistas y diseñadores.
Al mismo tiempo que entablaba amistad con sus colegas Julien (Samuel Arnold) y Luc (Bruno Gouery), y la vivaz Mindy Chen (Ashley Park), quien se convirtió en su compañera de departamento.
Además de luchar contra la gran atracción que le provocaba su vecino, el chef Gabriel (Lucas Bravo), que resultó ser el novio de otra de sus amistades en París, la galerista Camille (Camille Razat).
Una gran decisión marca el nuevo ciclo
Los elementos y personajes que fueron también parte esencial de la segunda temporada del espacio, junto a dos renovadas figuras claves en su desarrollo: Alfie (Lucien Laviscount) y Madeline (Kate Walsh).
El joven ejecutivo inglés que Emily conoció en sus clases de francés y se transformó en su nuevo interés amoroso, y su jefa de Chicago que a pesar de su embarazo llegó a París para supervisar a Savoir.
Los detonantes de un final de ciclo que dejó a la protagonista ad portas de una gran decisión: volver a Chicago o quedarse en la capital gala, eligiendo además entre Sylvie y Madeline como jefa.
Una elección que también es clave en el inicio de la tercera entrega de la serie -de 10 capítulos, como sus predecesoras-, donde la joven publicista ya tiene claro que no quiere dejar la Ciudad Luz.
Y que además seguirá trabajando para Sylvie en su nueva agencia, pero antes debe comunicárselo a Madeline, mientras esta busca nuevo personal para el funcionamiento de Savoir.
Grandes desafíos para Emily y compañía
Una noticia que por diferentes malentendidos no será tan fácil de dar, poniendo a Emily en una situación bastante complicada en lo laboral. Pero en lo sentimental las cosas parecen ir bastante mejor.
Ya que su relación con Alfie sigue firme, a pesar de que él pronto deberá volver a su Londres natal, y la amistad ha reemplazado, o así parece, cualquier otro sentimiento hacia Gabriel.
Al mismo tiempo que, al igual que el ciclo anterior, se desarrollan aún más las vivencias de los otros personajes de la serie, tanto en el plano personal como en las decisiones laborales que enfrentan.
Así se ve como Mindy y Sylvie encaran nuevos romances, al mismo tiempo que Gabriel y Alfie toman decisiones sobre su futuro profesional, sin olvidar las siempre atractivas vivencias de Emily.
Quien siempre es el luminoso motor de un relato ágil y entretenido, que dejó atrás la caricaturización de los franceses, para enfocarse en su exitosa mezcla de comedia y romance, con unas cuotas de drama.
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