Ubicado en el suroeste de Madrid, el barrio de Entrevías ha albergado a los obreros de la ciudad desde los 50 y a partir de inicios de este año se convirtió en el escenario de la serie homónima creada por David Bermejo.
El guionista detrás de títulos como Los hombres de Paco que decidió emplazar su ficción televisiva sobre marginalidad y violencia en este sector de Puente de Vallecas. Algo no bien visto por sus vecinos, pero sí por el público.
Esto porque poco después de su estreno por Telecinco en febrero de 2022, el espacio de ocho capítulos se convirtió en uno de los más vistos de la TV española. Un éxito de audiencia que se repitió tras su llegada a Netflix.
Ya que desde su debut en la plataforma hace unos días ha estado entre las series más vistas en el país, al seducir a los espectadores nacionales con la cruda historia de un resentido ex militar que busca justicia.
El cual se llama Tirso Abantos (Jose Coronado), el dueño de una ferretería en Entrevías que además vive a unas cuadras de su local. Un veterano capitán del ejército que sirvió en Bosnia y se distingue por su malhumor.
El irritable protagonista del relato
El que una mañana está peor que nunca, ya que la noche anterior su descanso fue arruinado por disparos en su vecindario. Un amargor que explota cuando un grupo de jóvenes escucha música a todo volumen en la calle.
Algo que empeora cuando ese mismo día es objeto de la celebración de su cumpleaños por parte de sus hijos, con quienes claramente tampoco se lleva muy bien, y la cita termina de improviso al ofender a su nuera.
Un enfado que se convierte en preocupación cuando a medianoche lo llama su nieta Irene (Nona Sobo), quien es de origen vietnamita -aunque para el racista Tirso es simplemente “china”- y fue adoptada por la hija del protagonista.
La cual le pide que la vaya a buscar a uno de los sectores más peligrosos del barrio, desencadenando el eje de la trama. Esto porque en su bolso esconde un kilo de heroína que pertenece al jefe narco del lugar.
La que llegó a ella y su novio colombiano Nelson (Felipe Londoño) cuando trataron de conseguir dinero fácil para viajar lejos de ahí. La misma droga que al ser descubierta por su abuelo desaparece por el lavaplatos.
Justicia por sus propias manos
Una reacción brusca, como todo lo que hace Tirso, que pondrá en peligro la vida de la chica y su pareja, y llevará al protagonista al extremo cuando el capo narco Sandro (Franky Martín) y sus hombres ataquen a Irene.
Lo que empujará al ex militar a hacer justicia por mano propia con la ayuda de sus ex camaradas Pepe (Manuel Tallafé), el dueño del bar local, y Sanchís (Manolo Caro), quien combate sus traumas de guerra con drogas.
Un trío al que no siempre le salen bien las cosas, pero que se convertirá en el dolor de cabeza de Sandro. Al mismo tiempo que el corrupto policía Ezequiel (Luis Zahera) trata siempre de sacar provecho a la situación.
Sin olvidar a Nelson y su madre Gladys (Laura Ramos), quienes se convierten en vecinos de Tirso. Lo que hace que ella entable una relación de odio-atracción con el ferretero, quien bajo su hostilidad y discriminación esconde bondad.
Lo que lo convierte en el antihéroe de un relato de buena factura y actuaciones, que enfadó a los reales vecinos de Entrevías -por destacar a su barrio por el crimen y la marginalidad-, pero atrapa al público gracias a su ágil y atractiva trama.