Con Escalofríos, o Goosebumps en su título original en inglés, R.L. Stine se convirtió en un referente de la literatura de horror para niños y adolescentes de diferentes rincones del mundo.
Un sitial reafirmado con otras sagas del autor estadounidense, como La calle del terror y Monstruo, que lo llevó a ser bautizado como “el Stephen King de la literatura infantil”.
Además de que su obra más conocida inspirara películas, como la comedia de terror Escalofríos de 2015 con Jack Black, y varios espacios para la pantalla chica.
Un último apartado al que ahora se suma el espacio para Disney+ desarrollado por Nicholas Stoller (Los Muppets, el regreso) y Rob Letterman (Pokémon: Detective Pikachu).
Los guionistas y realizadores que le dan una nueva mirada a la creación más “clásica” de Stine, teniendo como espaldarazo la experiencia de Letterman como director de la cinta de 2015.
Una historia que engancha por completo
Algo esencial para combinar con lógica los elementos y figuras de varios de los libros de la épica de terror infantil de Stine, y así conformar una historia nueva, ágil y diferente.
La que bajo el título muy explicativo de Escalofríos: la serie, debutó en el streaming con cinco de sus 10 emisiones, que presentan a sus protagonistas y su encuentro con una pesadilla.
Las que combinan los sustos, el suspenso y la comedia, con algo de drama adolescente, que incluye las complicaciones del primer amor y los conflictos con los padres.
Y algo clave: la capacidad de ir incrementando la tensión y el sentido de peligro con el paso de las emisiones, enganchando por completo al espectador en el desarrollo de su trama.
En la que cinco jóvenes del poblado de Port Lawrence enfrentan la aventura de sus existencias, luego de que hacen una fiesta para Halloween en una casa hasta hace poco sin dueño.
La venganza del espíritu de Harold Biddle
Ya que tras el accidente en el sótano de la construcción en 1993, que costó la vida del adolescente Harold Biddle (Ben Cockell), sus atormentados padres decidieron dejarla.
Por lo que cuando Isaiah (Zack Morris) y su mejor amigo James (Miles McKenna) necesitan un sitio para su baile, no dudan en usar el antiguo hogar de los Biddle sin sospechar lo que vendrá.
Debido a que en ese sitio encontrarán diferentes elementos -como una cámara Polaroid, un reloj cucú y una máscara- que les mostrarán lo peor de ellos y de su futuro sin buscarlo.
Al mismo tiempo que el nuevo dueño de la mencionada casa, el profesor Nathan Bratt (Justin Long), es poseído por el espíritu de Harold, quien busca venganza y a un viejo amigo.
Siendo blanco de su revancha Isaiah, James, Margot (Isa Briones), Isabella (Ana Yi Puig) y David (Will Price), porque sus padres están secretamente ligados a lo sucedido hace 30 años.