Si lo que buscas en una película es mucha acción, y nada más que eso, Escuadrón 6 (6 Underground, en su título original) debería ser una de tus opciones en el catálogo de Neflix.
Es un filme dirigido por Michael Bay (Pearl Harbor, Transformers) y protagonizado por Ryan Reynolds (Linterna Verde, Deadpool), cuya única aspiración es mantenerte pegado a la pantalla con persecuciones en autos espectaculares y a toda velocidad, muchas explosiones, disparos al por mayor y un par de escotes salpicados por ahí.
Básico, pero efectivo, dirán muchos. Entretenimiento puro y duro, para otros. Evasión y basura, para los que no aprecian nada en este tipo de cintas.
Bay hizo este filme para Netflix con muchos recursos y se nota. Las locaciones, sea en Florencia, Las Vegas o Hong Kong, así lo demuestran, lo mismo que el gastadero en vehículos de lujo hechos trizas. Pero el filme peca de ambicioso. Es muy largo, repetitivo y los cabos sueltos que deja le quitan verosimilitud.
Más de 15 minutos dedicados a una persecución interminable por las calles de Florencia, pasando por el Ponte Vecchio, el Duomo y la Galería Uffizi, puede cansar hasta al más fanático del cine de acción. Pero bueno, Bay no vende algo diferente.
¿Y Reynolds? Interpreta a Uno, un magnate huérfano que —no se explica muy bien por qué— decide fingir su muerte y hacer el bien en el mundo, reuniendo a un escuadrón de élite y liberando a algunos países del yugo de sanguinarios dictadores.
Héroes anónimos
Uno les tiene prohibido a sus colaboradores revelar sus nombres, contar sus historias y vincularse entre ellos, cosa que Michael Bay también parece adoptar para su película, porque poco y nada es lo que se explica de estos héroes.
El guión, escrito por los mismos de Deadpool (Rhett Reese y Paul Wernick), contiene harto humor y sarcasmo, lo que constituye un aporte para no quedarse sólo en los estallidos y los balazos, maquinaria narrativa que se detiene en algunos momentos para que el director pueda lucir un par de mujeres sexys en ropa íntima.
Escuadrón 6 son más de dos horas de Michael Bay en estado puro y sin límites (incluso mostrando en cámara lenta imágenes bastante bestiales), lo que puede ser bueno o malo dependiendo qué tan fanático de la acción y de su estilo desbordado seas. Mucha violencia, algo de humor y un poco de Ryan Reynolds para las fans del actor.