Brasil ha realizado diversas historias en conjunto con Netflix. Espectros es su último lanzamiento, una serie de siete capítulos donde reina el misterio y la fantasía.

En esta entrega creada por Douglas Petrie (el mismo de la miniserie Defenders, de Marvel), mezcla las culturas de Brasil con la de Japón, para contar la historia de tres jóvenes se ven envueltos en una lucha contra extraños espíritus que reclaman venganza.

Mila (Cláudia Okuno) es una joven brasileña-japonesa que tímida, pero inteligente, un día se topa con Pardal (Enzo Barone) un tipo rebelde y marginal que se enamora de ella. Junto a los protagonistas aparece Carla (Mariana Sena), una chica afrodescendiente que escucha voces. Y es ahí cuando surge lo paranormal, la magia brasileña y, también, lo policial.

Una producción bastante interesante, que te trasladará al pasado y al futuro sin tregua, lo que es un agrado, porque le entrega vorágine a esta mezcla de misterio fantástico, suspenso y drama adolescente.

Espectros, una mezcla que no convence

Sin embargo, esta producción brasileña peca en varias cosas. Una de ellas es que usa bastantes efectos especiales, los que no logran funcionar, y se siente como si estuviéramos viendo tecnología de principio del 2000.

Además, las actuaciones de los tres protagonistas dejan mucho que desear, porque son sobreactuados, exageradas o poco creíbles.

En definitiva, esta mezcla de estilos y culturas es un panorama perfecto para ver, cuando quieres algo liviano.

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