Justo un mes antes del estreno de Grand Army, un grupo de guionistas de la serie acusó de racismo a sus realizadores, provocando una polémica en redes sociales que quedó solo ahí.
Paradojicamente, el racismo es uno de los varios temas que cruzan la trama de esta nueva producción original de Netflix que se viene a sumar a su lista de dramas que retratan el complejo paso por la adolescencia.
Aquí, se hace a través de las historias de cinco estudiantes de Grand Army, la secundaria más grande de Brooklyn, Nueva York, que, al igual la ciudad, es rica en culturas y realidades.
Leila Kwan Zimmer (Amalia Yoo), por ejemplo, es una joven china adoptada por un matrimonio judio, mientras que Dominque Pierre (Odley Jean), tiene origen haitiano y vive hacinada junto a su madre, su hermana y los hijos de esta en un pequeño departamento.
En tanto, Siddhartha Pakam (Amir Bageria), es hijo de un matrimonio indio y por eso sus compañeros lo llaman prejuciosamente con sobrenombres como Punjab.
Jayson Jackson (Maliq Johnson), un safoxonista afroamericano que adora el jazz, y Joey Del Marco (Odessa A’zion), una de las chicas populares de la secundaria, son los otros protagonistas de la serie, que se inicia con la explosión de un atentado terrorista en las afueras de la escuela.
El drama explota en Grand Army
Junto con el atentado, pareciera que también hubieran explotado de repente las vidas de estos cinco estudiantes.
Cuando ocurrió el hecho, Jayson y su amigo Owen le jugaron a Dominique una broma que terminó mal y que provocó que los suspendieran, mientras que a Siddartha, que es parte de los mejores nadadores de Grand Army, lo sacan del closet a la fuerza.
Lo más dramático es lo que le ocurre a Joey, una historia de abuso que la creadora y guionista Katie Cappiello tomó de la obra de teatro Slut, que ella misma creó y dirigió.
A lo largo de sus nueve capítulos, la serie va retratando a través de estas historias los sinsabores que trae asociada la adolescencia, como la búsqueda de la identidad, los primeros acercamientos al sexo y el bullying.
También se mete con el racismo y el abuso policial -con referencias al “I can´t breathe” que suplicó George Floy dal policia que lo asesinó- y también con el feminismo después del movimiento del #MeToo.
Y aunque no todas las historias personales de Grand Army están bien resueltas ni son tan potentes, algunas te van a terminar por romper el corazón.