Gracias a su participación en series y películas de Mike Flanagan, como Hush y la reciente Misa de medianoche, la actriz Kate Siegel se ha consolidado como una de las figuras del horror contemporáneo. Una posición que refuerza con su papel protagónico en Hipnótico.

La cinta de Netflix, dirigida por Matt Angel y Suzanne Coote, que le sirve para alejarse por un momento de su asociación personal y profesional con Flanagan, quien es también su marido, y explorar más allá del tipo de terror de títulos como La maldición de Hill House.

Esto porque la nueva realización se mueve por la delgada línea que divide al horror psicológico del suspenso, a través de la historia de Jennifer Tompson (Siegel), una ingeniera que sufre de un trastorno de ansiedad que no le permite tener una vida normal.

El que, como se sabe poco después, se generó después de perder un embarazo de seis meses y la llevó a terminar su relación de pareja con Brian Rawley (Jaime M. Callica), su novio desde la universidad, y a dejar de trabajar y no hacer casi nada con su existencia.

Sin embargo, en una fiesta de su mejor amiga Gina Kelman (Lucie Guest), conoce al terapista de esta, el Dr. Collin Meade (Jason O’Mara), quien se fija inmediatamente en Jennifer, o simplemente Jenn, y le deja su tarjeta para que lo vaya a visitar a su consulta.

Ante la infelicidad que la embarga, la protagonista visita a Meade y comienza con un tratamiento que incluye largas sesiones de hipnoterapia. Tres meses después, estas surten efecto y Jenn retoma su anterior vida e incluso encontró trabajo.

El peligro de la hipnosis

A instancias del propio Meade, para ir sanando heridas, Jenn invita a cenar a casa a Brian, por lo que pasa a comprar algunas cosas al supermercado. Es aquí donde recibe una llamada de teléfono que la hace perder el sentido de la realidad hasta que ya es tarde.

Solo logra “despertar” cuando se encuentra en su departamento y descubre que Brian sufrió una casi mortal reacción alérgica a algo que comió, que lo deja en el hospital en estado de coma. Mientras Jenn trata de recordar lo que sucedió realmente esa noche.

Al comenzar a atar cabos, y tras indagar en internet, ella descubre que otra de las pacientes de su terapista murió en extrañas circunstancias en un ascensor -precisamente la escena con que comienza la película-, y tal vez esto tenga relación con lo que ahora le sucede.

Así es como junto a Gina llegan a la oficina en el Departamento de Policía de Portland, del Detective Wade Rollins (Dulé Hill), quien estuvo investigando a Meade y su relación con la muerte de esa mujer. Quien les habla más sobre el doctor y les aconseja alejarse de él.

Sin embargo, esto no será suficiente para que el hipnoterapeuta libere a Jenn, haciéndola confrontar la frustración de saberse indefensa ante el peligro. Lo que empeora cuando descubre que él tuvo un mentor relacionado con la implantación de falsos recuerdos.

Todo lo que conduce a Hipnótico por un camino dominado por el suspenso, con varios momentos de terror psicológico -anclado en el miedo a lo desconocido-, que involucra al espectador en una trama con falencias, pero que se sostiene gracias a la actuación de Kate Siegel.

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