En general, cuando se piensa en ciencia ficción en el cine o la TV lo primero que se viene a la mente es una escena plagada de elementos tecnológicos, acción y efectos especiales. Sin embargo, la propuesta de Historias del Loop se atreve a ir más allá.

Y por más allá no es que redoble estos elementos en una historia plagada de ciencia y seres fantásticos, sino precisamente lo contrario. Los ocho capítulos de la nueva serie de Amazon Prime deambulan por una ficción marcada por la melancolía y la humanidad.

Una apuesta basada en la singular obra gráfica del artista y diseñador sueco Simon Stålenhag, en especial en su libro de 2014, Tales from the Loop; un trabajo de arte narrativo centrado en un acelerador de partículas supermasivo ubicado debajo de una zona rural.

De Suecia a Ohio

Un escenario que ahora abandona Suecia y se instala en la zona boscosa de Ohio, específicamente en el sector en que Russ Willard (Jonathan Pryce) construyó de manera subterránea su laboratorio, hace ya varios años, para hacer posible lo imposible.

Es en el Mercer Center for Experimental Physics, cuyo palpitante núcleo es conocido como el Loop (el bucle), donde de una u otra forma se enlazan las ocho historias que conforman la serie antológica creada por Nathaniel Harper, en base a la obra de Stålenhag.

Y aunque cada uno de sus episodios se centra en distintos personajes y sus relatos tienen una conclusión, al finalizar la temporada el espectador se dará cuenta que de alguna u otra manera todas sus vivencias estaban entretejidas.

Este recorrido se inicia con el capítulo El Loop, donde la madre de una niña (Abby Ryder Fortson), que trabajaba en las dependencias del centro experimental, desaparece de forma repentina. En su búsqueda, el camino de la pequeña se cruzará con el del nieto de Willard.

A este seguirán emisiones como Transponer, donde dos adolescentes intercambian cuerpos tras encontrar un extraño elemento en el bosque, o Paralelo, donde el portero del laboratorio viaja a una realidad alternativa, después de hacer funcionar un extraño tractor.

Una cautivante puesta en escena

De esta forma, Historias del Loop presenta ocho relatos diferentes, donde siempre algún elemento salido del laboratorio creado por Willard transforma las existencias de alguno de quienes habitan en torno a sus instalaciones.

Estos comparten un entorno retrofuturista, con casas, vestuarios y objetos mecánicos que podrían ser de las décadas del 60, 70 u 80 y dondem ademásm es clave el pausado ritmo de la narración, más cercano a la poesía y su melancolía.

Y aunque hay algunos relatos que cautivan más que otros -como los dirigidos por Andrew Stanton (Wall-E) y Jodie Foster (El castor)-, el producto final de Historias del Loop es hipnotizador y demasiado diferente a lo conocido en el ámbito de la ficción en la pantalla chica.

Un resultado en que es clave la recreación de la obra de Stålenhag, gracias al trabajo en la cinematografía de Jeff Cronenweth y el diseño de producción de Philip Messina. Además de su bucólica y precisa música, a cargo de Paul Leonard-Morgan y Philip Glass.

A todo esto se suma un sólido elenco, donde destacan Jonathan Pryce (Los dos Papas), como el reflexivo Willard; Rebecca Hall (Vicky Cristina Barcelona) como su nuera y también científica Loretta, y Ato Essandoh (Altered carbon), en el rol de un hombre en busca de amor.

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