En las últimas décadas el teléfono celular se ha convertido en una necesidad social, en especial entre los más jóvenes. Sin embargo para la película Identidad desbloqueada es una amenaza.
Ya que la nueva cinta surcoreana de Netflix muestra cómo la pérdida de un smartphone puede desatar una pesadilla, relacionada directamente con los datos que se mantienen en este.
Una historia de suspenso y peligro que se basa en la novela japonesa Sumaho o otoshita dake, de Akira Shiga, ya llevada a la pantalla en el largometraje nipón Stolen identity de 2018.
La cual inspira una nueva versión, dirigida y escrita por Kim Tae-joon, que debuta en el streaming para mostrar una angustiante narración que se mueve entre lo dramático y la intriga policial.
La que se inicia mostrando el uso amable del teléfono inteligente, como conexión social, plataforma de videojuegos o medio para encargar comida y reservar entradas a un espectáculo.
Sin embargo, Na-mi (Chun Woo-hee) conocerá el lado más oscuro de poseer un móvil, poco después de que pierde el suyo en un autobús tras salir a divertirse de noche con sus amigas.
El peligro de tener un celular
Lo que ocurre luego de recibir el llamado de una mujer que lo encontró y lo dejó en un taller de reparación. Mismo lugar en que la protagonista llena un papel que incluye el dato de su contraseña.
Pero como el espectador ya lo sabe, fue el joven Joon-yeong (Im Si-wan) quien encontró el celular y antes de que volviera a manos de Na-mi, duplicó su configuración e información en otro aparato.
Además de instalarle una cámara con la que comienza a acecharla como ya lo había hecho con otras víctimas, al mismo tiempo que hace que pierda el trabajo y la separa de su padre y amiga.
Lo que sucede de forma paralela al accionar del detective de la policía Woo Ji-man (Kim Hee-won), quien junto a un compañero investiga al sospechoso detrás de la muerte de varias chicas.
Una búsqueda que inesperadamente lo lleva a su propio hijo, con el que no habla desde hace muchos años. Un personaje que sería clave en el caso policial y en la pesadilla que sufre Na-mi.
Sin embargo, hay que esperar para conocer la verdad en torno al psicópata que guía la interesante, aunque predecible trama de una cinta donde el verdadero enemigo es el teléfono celular.