Igor Grom contra el Doctor Peste: héroes y villanos al estilo de una superproducción rusa
La historieta Major Grom, de Bubble Comics, es la inspiración del largometraje de Netflix que muestra cómo un rebelde policía enfrenta a un violento antagonista que busca justicia social.
Al hablar de historietas en Rusia, existe un nombre clave: Bubble Comics, la mayor casa editorial de ese tipo en el país, que organiza la versión rusa de la Comic-Con y además está detrás de Igor Grom contra el Doctor Peste, el exitoso largometraje ruso de Netflix.
El cual tiene como productora a Bubble Studios, la división de la compañía responsable de llevar a la pantalla sus creaciones y que ya había hecho de Major Grom, el título que inspira la película, un cortometraje donde su protagonista combate una banda de ladrones.
El mismo trío criminal que, con buzos rojos y máscaras de los personajes de los dibujos animados soviéticos Puck! Puck!, escapan en el inicio de la cinta a bordo de un camión de valores que robaron del Banco Rosgarant, mientras vuelan billetes desde su interior.
Detrás de ellos corre un hombre que pronto sabremos que es Igor Grom (Tikhon Zhiznevskiy), un decidido mayor de la policía de San Petersburgo que mientras los persigue imagina las posibilidades buenas y malas de su misión, hasta que logra atraparlos.
Y como su costumbre es no medir actos ni consecuencias, en su camino deja una gran destrucción, por la que debería ser amonestado por su jefe, Fyodor Prokopenko (Aleksey Maklakov). Pero una vez más se sale con la suya y continúa en la fuerza policial.
Sin embargo, hay otro caso que preocupa a Igor: el de una niña que resultó muerta cuando lo atropelló el multimillonario Kirill Grechkin (Yuriy Nasonov), quien se libra de la cárcel gracias a su dinero. Lo que él no imagina es que alguien más cobrará venganza.
Un villano que busca justicia
Este último es un hombre ataviado por un traje y una capa negra, además de una máscara de cuervo, que tiene lanzallamas en sus brazos y decide hacer justicia quemando a Kirill a sangre fría a bordo de su auto. El cual pronto se presenta por internet como Doctor Peste.
Detrás de quien el espectador ya sabe que se encuentra Oleg Volkov (Dmitriy Chebotarev), el mejor amigo y mano derecha del filántropo y millonario programador Sergey Razumovskiy (Sergei Goroshko), creador de la primera red social inteligente y quien no delatará a Oleg.
Pero éste no cuenta con que Igor fue testigo de asesinato de Kirill y es uno de los primeros en llegar tras su segundo ataque -a la dueña de un banco-; y aunque el gobierno lo aleje de la investigación de su caso, no descansará hasta dar con Doctor Peste.
Una investigación en la que a regañadientes contará con la ayuda del novato Dima Dubin (Alexander Seteykin) y tendrá una aliada en la periodista y youtuber Yulia Pchelkina (Lyubov Aksyonova), además de ser combatido por el oficial Evgeny Strelkov (Mikhail Evlanov).
Al mismo tiempo que a las calles de San Petersburgo la inunda una ola de crímenes perpetrados por quienes hablan de una nueva justicia, con sus propias manos, emulando a Doctor Peste, de quien con el correr de la narración se conocerá un sorpresivo hecho.
En una película que, imitando muchos de los elementos del cine de héroes estadounidense, mezcla acción, aventura y algo de comedia, con un protagónico que no respeta ninguna regla. Y que además cuenta con bastante violencia y una opción política algo cuestionable.
Lo que hace de Igor Grom contra el Doctor Peste una interesante superproducción rusa, de metraje un poco excesivo, aunque con una factura de primer nivel, bella fotografía y buenos efectos especiales, que por momentos cae en bastantes lugares comunes del género.
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