Aunque el catálogo de Disney+ incluye buenos espacios originales como Ni de aquí, ni de China, los títulos de sus franquicias son los que llaman más la atención, como Invasión secreta.

La nueva serie del mundo de Marvel que trae de regreso a la pantalla, vía streaming, a viejos conocidos de sus películas, como Nick Fury (Samuel L. Jackson) y Talos (Ben Mendelsohn).

Quien pertenece a la raza de los skrulls -que pueden cambiar su apariencia-, se le conoció en la cinta Capitana Marvel (2019), y siempre ha tenido una buena relación con los humanos.

Algo que, como lo muestra esta miniserie creada por Kyle Bradstreet (Mr. Robot), no comparte un grupo de skrulls que decidió hacer totalmente lo contrario para asegurar su subsistencia.

En el corazón de un espacio que se sitúa temporalmente en el presente, tiempo después del blip -o aniquilación-, ocasionado por Thanos, que cambió el devenir de superhéroes y civiles.

Cuando Fury retorna a la Tierra, tras estar años alejado de ella, luego de que recibe un llamado de Maria Hill (Cobie Smulders), su mano derecha por largos años y varias películas.

Una amenaza para los humanos

Sin embargo, este Fury ya no es el mismo, ni física ni anímicamente, como se lo hace notar Talos, con quien mantiene una gran amistad que se resiente cuando este le revela un gran secreto.

El que tiene que ver con su raza y el plan que está concretando el rebelde Gravik (Kingsley Ben-Adir), e incluye a la hija de Talos, G’iah (Emilia Clarke), como un oscuro futuro para los humanos.

Ante lo que no solo reacciona Fury y sus cercanos, sino que también involucra al gobierno de EE.UU, y la agente del MI6 -el servicios de inteligencia británico- Sonya Falsworth (Olivia Colman).

Personajes y hechos que van configurando un entramado marcado por el suspenso, del que solo se vislumbra su etapa inicial en los dos capítulos al que la prensa tuvo acceso.

El primero de los cuales estrenan este miércoles para completar su temporada de seis emisiones a fines de julio, por lo que es complejo emitir un juicio tajante sobre su apuesta.

Aunque sí se puede afirmar que el paso dramático de la serie lo tiene Jackson y el complejo momento emocional que enfrenta Fury, muy bien complementado por las actuaciones del resto del elenco.

Lo que se conoce a través de una narración que, por lo menos en las emisiones iniciales, posee un ritmo pausado, pero constante, donde también son claves sus buenos efectos especiales

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