Tras el reciente estreno de Ju-On: Orígenes, Netflix vuelve a apostar por una serie japonesa, que además engrosa su oferta de anime. Su nombre es Japón se hunde: 2020 y tiene como base la novela Nihon chinbotsu, escrita por Sakyo Komatsu en 1973.
Así, después de ser adaptado para el cine y la TV nipona, el libro llega al mundo vía streaming, en la forma de 10 capítulos con la animación y el desastre como ejes. Un viaje a la catástrofe y la esperanza que se inicia después de las cuatro de la tarde de un día cualquiera.
En ese momento los habitantes de Tokio y las otras ciudades de Japón se encuentran realizando sus actividades rutinarias. Entre ellos la adolescente Ayumu, quien entrena en una pista de atletismo con sus compañeras de equipo.
Al mismo tiempo, su padre, Koichiro, trabaja en la construcción de un estadio; el avión donde viene su madre, Mari, se prepara para aterrizar, y su hermano menor, Go, se encuentra en casa y enfocado en su videojuego favorito.
Pero un fuerte temblor remece las vidas de la familia Muto y de todos los japoneses, cambiándolas para siempre luego de que un terremoto aún más fuerte provoca explosiones y derrumbes que son el inicio de una verdadera pesadilla.
Todo empeora cuando las noticias que llegan a oídos de los sobrevivientes afirman que el archipiélago japonés se comenzó a hundir en el océano Pacífico. Algo que tristemente lo confirma un video de Youtube donde se ve la desaparición de la isla de Okinawa.
Una travesía en medio del desastre
Con la devastación como su escenario se inicia el relato de Japón se hunde: 2020, una producción de los estudios Science Saru -dirigida por Pyeon-Gang Ho y Masaaki Yuasa (Devilman: Crybaby)- que le da una nueva mirada a la novela en que se basa.
Esto porque el libro de los años 70 -que posee traducción al inglés- se enfoca en los esfuerzos de políticos y científicos por salvar el territorio japonés; mientras que la serie decide poner el foco dramático en los Muto y su largo camino por la sobrevivencia.
Una travesía extenuante y llena de desafíos, donde en un primer momento la familia decide separarse de un grupo mayor de supervivientes para viajar hacia el oeste. Luego vendrán retos aún mayores, donde la muerte estará rondando detrás de cada uno de sus pasos.
De esta forma, desaparecerán personajes y se sumarán otros, como un famoso youtuber -uno de los varios guiños del espacio al mundo de hoy-, un europeo avecindado en Japón y los habitantes de un singular poblado que tiene como líder a una médium llamada Madre.
Un espacio marcado por la fuerza de la naturaleza y también la fortaleza de sus personajes, que a los chilenos nos podrá impactar todavía más, al compartir nuestro país con Japón la característica de ser dos de los territorios con la mayor actividad sísmica del mundo.
Lo que transforma a Japón se hunde: 2020 en una serie emocionante y un imperdible para los seguidores del anime. Y también en una alternativa para quienes buscan una producción bien animada, con un ritmo que nunca decae y un mensaje donde la esperanza está por sobre todo.