Cinco películas, más una que actualmente está en plena producción, forman parte de la extensa historia de Jurassic Park en la pantalla. La misma que hoy escribe una nueva página con los trazos y colores de la serie Jurassic World: Campamento Cretácico.
Una apuesta por el público adolescente que une a Netflix con Steven Spielberg, quien hace 27 años comenzó esta saga de dinosaurios revividos mediante clonación, cuando convirtió en el largometraje Parque Jurásico la novela homónima de Michael Crichton.
El mismo que hoy está directamente involucrado, como uno de sus productores ejecutivos, en los ocho capítulos que conforman la primera temporada del espacio animado, que se ambienta de forma paralela a los hechos conocidos en el cinta de 2015, Jurassic World.
Una aventura que se inicia cuando Darius puede completar las etapas de un videojuego jurásico y se gana un lugar en el campamento experimental que se realizará en Isla Nublar, lejos de las instalaciones dirigidas en el cine por Claire Dearing.
Gracias a su instinto y talento con la consola, el vivaz Darius logra su pase para visitar Jurassic Park -algo que siempre soñó hacer con su desaparecido padre- y ser parte del testeo del denominado Campamento Cretácico para adolescentes.
Así, este chico se une al diverso grupo conformado también por la estrella de las redes sociales e influencer Brooklynn, el hijo de millonarios Kenji, la hija de ganaderos Sammy, el nervioso Ben y la atleta Yaz, además de dos consejeros: Roxie y Dave.
Adolescentes en peligro
Sin embargo, en los capítulos siguientes de Jurassic World: Campamento Cretácico, Dave y Roxie demuestran que al parecer no son tan competentes para el importante trabajo de supervisión de los adolescentes, siendo los primeros en estar ausentes cuando los chicos enfrentan graves desafíos.
Los cuales se inician cuando Darius y Kenji desobedecen las reglas y terminan en la jaula de los velociraptors. Todo empeora cuando el Indominus rex escapa de su encierro -al igual que en la cinta Jurassic World- y pone en peligro a los habitantes de la isla.
Eventos ante los cuales, y a pesar de sus diferencias, los protagonistas del programa deben comenzar a trabajar unidos, teniendo como su líder natural a Darius, a quien bautizan “Dino Nerd” por su conocimiento sobre los grandes reptiles que los rodean.
Una mezcla de personajes -humanos y cretácicos- que son el eje de un espacio que sigue la idea dada por Spielberg durante su desarrollo: que la serie no fuera una “versión para niños” de la saga fílmica y que sus jóvenes protagonistas debieran confrontar el peligro.
De esta manera, como en las películas, Darius y compañía son parte de escenas con mucha acción y mortalidad; pero que mantienen la cualidad de programa para menores, al no mostrar directamente los momentos en que ocurre alguna fatalidad, sino sugerirla.
Lo que hace de Jurassic World: Campamento Cretácico una adrenalínica continuación de la saga, con una animación donde los animales están mejor hechos que los humanos, y que la pueden disfrutar tanto los adolescentes como los adultos que crecieron viendo sus largometrajes.