El director debutante Kim Tae-hyung está detrás de La 8a noche, la nueva película que viene a sumarse al cada vez más extenso catálogo de producciones surcoreanas de Netflix. En su caso, con un inquietante relato donde el suspenso se combina con lo paranormal.
Y que tiene su preámbulo 2.500 años atrás, cuando un monstruo comenzó a abrir una puerta entre el reino humano y el infierno, para provocar destrucción. Pero Buda apareció y le quitó sus ojos, uno negro y uno rojo, que eran la fuente de su poder para detenerlo.
Los que logró atrapar por separado en cofres safira que ocultó en puntos opuestos del planeta, en los vastos desiertos del oeste y las altas cumbres del este, para evitar que se unieran y reviviera la criatura. Pero muchos años más tarde, descubren uno de ellos.
Es el Profesor Kim Joon-cheol (Choi Jin-ho), un antropólogo, el que en 2005, en la frontera indo-pakistaní, halla el cofre que contiene el Ojo Rojo y se lo lleva a Corea del Sur. Pero luego los medios los acusan de haber falsificado la reliquia y lo califican de loco.
Alguien que sabe que lo que desenterró es verdadero es el monje budista Ha-jeong (Lee Eol), quien en el templo de Buk-san resguarda al Ojo Negro del monstruo. El que está a punto de revivir luego de que Kim liberara al Ojo Rojo en el día de la Luna Roja.
Y para evitar la destrucción de la humanidad, Ha-jeong debe contactar a Park Jin-soo (Lee Sung-min), quien hace varios años dejó la vida religiosa y hoy trabaja como obrero de la construcción. Sin embargo, él deberá cumplir con su misión como El Guardián.
La misión para salvar a la humanidad
Una tarea que todavía Jin-soo desconoce que debe realizar hasta que llega ante él un joven monje que fue enviado por Ha-jeong. Él es Cheong Seok (Lee Sung-min) y le entrega un mensaje sobre el viaje de siete días que ha iniciado el Ojo Rojo para llegar hasta Buk-san.
Un periplo que debe concretar a través de “siete piedras”, que son personas en las que se encarna para poder llegar a su destino y que, tras usar, elimina. Las que Jin-soo y Cheong Seok deben hallar y tratar de detener antes de que el Ojo Rojo dé con alguien clave.
Esta es la denominada chamán virgen que según la leyenda es la última “piedra” antes de arribar a Buk-san y a la unión de los ojos bestiales. La cual estaría relacionada con una chica llamada Ae-ran (Kim Yoo-jung), que es descubierta por el inocente Cheong Seok.
En una peligrosa aventura que también involucra al detective de la policía Kim Ho-tae (Park Hae-joon), quien investiga extrañas muertes donde las víctimas parecen haber muerto hace años, por el nivel de descomposición, pero realmente son las “piedras” desechadas.
Los personajes y acciones que se encaminan a un octavo día, donde la unión de El Rojo y El Negro marcarían la únión de la ansiedad y la agonía, y el inicio de una noche eterna. En el clímax de una ambiciosa película que se toma bastante tiempo para revelar sus detalles.
La cual tiene sus mejores momentos en la paternal relación que se desarrolla entre Cheong Seok y Ha-jeong, que le otorga un ingrediente diferenciador a un relato donde el suspenso logra enganchar. Aunque se habría agradecido que La 8a noche fuese un poco más corta y ágil.