La buena mala madre: el conmovedor k-drama de Netflix sobre sacrificio y reinicio
Ra Mi-ran y Lee Do-hyun son los protagonistas de la serie surcoreana donde un ambicioso fiscal sufre un accidente que lo lleva a recomenzar su vida con la ayuda de su dedicada progenitora.
El debut de Black knight demostró que las series coreanas pueden crear nuevos mundos con sus relatos, pero La buena mala madre confirma que también pueden revisitar géneros clásicos.
Que en el caso del espacio creado por Bae Se-yeong, que debutó con sus primeros capítulos hace poco en Netflix, es ofreciendo una acertada relectura del drama más conmovedor.
Lo que el k-drama de 14 episodios, un muy buen ejemplo de lo que en inglés de conoce tearjerker, realiza con la emocionante historia de una madre, su hijo y una segunda oportunidad.
Donde son claves las actuaciones de sus principales protagonistas, como los secundarios que los rodean y tiene la misión de ofrecer la nota más liviana y muchas veces de comedia de la trama.
Sin embargo, el motor de esta última es Jin Young-soon (Ra Mi-ran), una esforzada mujer que al inicio de la narración trabaja entregando comida para animales hasta que su novio la visita.
La nueva vida de Young-soon en Jou-ri
Una cita a la que Choi Hae-sik (Cho Jin-woong) llega junto a una cría de su granja de cerdos y el anillo con que le pide matrimonio a Young-soon. Así, pronto están casados y esperando un niño.
Pero la felicidad de la pareja termina de forma abrupta cuando Hae-sik se quita la vida luego de que su criadero fuese incendiado. Sin embargo, ya se sabe que él fue asesinado.
Y el culpable es Song Woo-byeok (Choi Moo-sung), el mafioso dueño de una constructora que provoca que Young-soon deba continuar su vida solo con la compañía de su hijo Chin Kang-ho.
Lo que realiza instalando una granja de cerdos en el poblado de Jou-ri, donde entabla amistad con vecinos como Gum-Ja (Kang Mal-geum), quien tuvo a su hija el mismo día que nació Kang-ho.
Lo que hace que los niños crezcan siendo amigos, aunque el pequeño pocas veces puede socializar mucho con Mi-joo, como se llama la niña, o sus otros compañeros, porque debe estudiar.
El accidente que lo cambia todo
En una rígida rutina que le ha impuesto su madre para que llegue a ser fiscal y que hace que él la llame una “mala mamá”. Sin embargo, el esfuerzo da frutos y se convierte en abogado.
Una etapa en la que Kang-ho (Lee Do-hyun, La gloria) está lejos de su madre como también de Mi-joo (Ahn Eun-jin), quien fue su pareja y mayor apoyo cuando era estudiante universitario.
Pero un grave accidente deja al treintañero amnésico y con su mente de regreso a cuando tenía siete años, debiendo volver con su madre, quien lo cuida y trata que se recupere y sea feliz.
Aunque las dificultades están lejos de terminar, porque con el paso de los capítulos se sabe que no sufrió un accidente, sino un intento de homicidio, y que trabajaba para Woo-byeok.
Además de revelarse la identidad del padre de los mellizos de Mi-joo, las verdaderas intenciones del joven fiscal y la grave enfermedad que afecta a uno de los personajes.
Mientras los habitantes de Jou-ri enfrentan las pequeñas complicaciones de la vida diaria y el público se involucra por completo en una historia que hay que ver con muchos pañuelos a mano.
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