uEddie Murphy ya es parte de la historia de la comedia fílmica, pero no había incursionado en el apartado navideño del género hasta hoy, que salda esa deuda con La calle de la Navidad.
La película con que regresa a Prime Video, después de su debut en la plataforma con la exitosa Un príncipe en Nueva York 2, y además de reencuentra con Reginald Hudlin.
El realizador que lo dirigió en Boomerang (1992) y ahora lo guía en una cinta que se sitúa poco antes de la Nochebuena y combina el humor con el peligro y situaciones bastante alocadas.
La cual se enfoca en el público familiar y tiene su mayor fortaleza en el encanto de Murphy y la química que él desarrolla con su esposa en pantalla, Tracee Ellis Ross.
Los pilares de un relato colorido, aunque un poquito extenso, que se ambienta en El Segundo, la localidad de Los Angeles donde viven Chris y Carol Carver junto a sus tres hijos.
Sin embargo, a los pocos minutos de iniciarse su trama, a Chris lo despiden de la empresa en que trabajaba, mientras Carol está a punto de que la asciendan en su empleo.
Una elfa engaña a Chris
Una situación inusual que pronto se sumará a algo aún más anormal, después de que Chris se propone ganar a toda costa el concurso de decoración navideña de su vecindario.
Con el que le dará una lección a su vecino Bruce (Ken Marino), vencedor de los anteriores años, y podrá acceder al premio de US$ 100.000 que lo ayudará en su cesantía.
Por lo que no duda en comprar algo de decoración en una tienda navideña que aparece de la nada, donde la vendedora Pepper (Jillian Bell) le hace firmar una sospechosa boleta.
Pero ella no es una simple dependienta, sino que una elfa que fue relegada por Santa Claus y ahora busca revancha castigando a los traviesos convirtiéndolos en figuras de adorno.
Lo que podría pasar con Chris si es que no encuentra cinco anillos antes de Nochebuena, mientras parte de la decoración de su jardín cobra vida y provoca algo de caos.
Ante lo que este padre, su esposa e hijos, junto a las pequeñas figuras de loza que ahora son sus amigos, deberán actuar para evitar que se arruine por completo su Navidad.