La calle del terror, parte 1: el inicio de una terrorífica y entretenida aventura fílmica
Los libros para adolescentes de R.L. Stine son la inspiración de la trilogía de Netflix que debuta con una historia ambientada en los 90, donde varios asesinos amenazan a un grupo de jóvenes.
Robert Lawrence Stine, mejor conocido como R.L. Stine, ha sido llamado “el Stephen King de la literatura infantil” por lo prolífico y también porque ha inspirado una gran cantidad de series y películas. Un último apartado al que ahora se suma La calle del terror.
Una trilogía fílmica que, como lo recalcó su directora Leigh Janiak, se basa en el conjunto de libros aunados bajo el mismo título, pero de una manera más bien general, rescatando, por ejemplo, a la localidad de Shadyside y las familias Goode y Fier desde sus páginas.
De esta manera la saga literaria para adolescentes del famoso autor -del cual han llegado a la pantalla varios títulos de su serie Escalofríos– debuta bajo una mirada renovada y con sus tres películas a través de Netflix, luego de que la pandemia las alejara de las salas de cine.
Un estreno que se concretaría en la plataforma con la llegada parcelada del trío de cintas, con un intermedio de un mes entre ellas. Sin embargo, su presentación al público mundial será más acelerada, ya que finalmente debutarán en viernes sucesivos a lo largo de julio.
Y es precisamente La calle del terror (parte 1): 1994 la que comienza la crónica de la trilogía en el streaming, con una relato que, como su nombre lo dice, se ambienta en la década de los 90. Cuando la ciudad de Shadyside de nuevo es escenario de un sangriento crimen.
El accidente que aumenta el horror
Uno de los muchos casos de asesinatos que han marcado la historia de la localidad, como también los niveles de pobreza que tristemente ostenta y que la han hecho ser bautizada como “shityside”, y la ponen en el lado contrario de la vecina y acomodada Sunnyside.
El violento hecho que tuvo como escenario un centro comercial y que costó la vida de varios a manos de un joven con una máscara de calavera y un afilado cuchillo. Entre ellos una muchacha que trabajaba en una librería y estudiaba en la secundaria local.
La misma escuela a la que asiste Deena (Kiana Madeira), quien decidió terminar definitivamente con su novia Sam (Olivia Scott Welch), luego de que ella se mudara a Sunnyville. Y tras un tenso encuentro entre las chicas es que ocurre un grave incidente.
Ya que después de una pelea entre estudiantes de Shadyside y Sunnyville, el nuevo novio de Sam y un amigo deciden seguir en su auto al bus del colegio rival. Una persecución que termina en un accidente y con Sam, que también iba con ellos, herida y confundida.
Todo empeora cuando, en el mismo lugar, ella tiene una terrorífica visión de Sarah Fier, la bruja del siglo XVII que estaría detrás de todas las matanzas que a través de los años han afectado a Shadyside. Una leyenda urbana que bien conoce Josh (Benjamin Flores Jr.)
Los enviados de la bruja Fier
Este último es el hermano menor de Deena y quien ayudará a esta adolescente y a sus mejores amigos, Simon (Fred Hechinger) y Kate (Julia Rehwald), además de Sam, a lidiar con los extraños sucesos que comienzan a acorrarrarlos de manera mortal.
Porque después del accidente reaparecen los asesinos en serie que han asolado a la ciudad a lo largo de las décadas, desde el chico de las muertes en el mall, pasando por una joven homicida de los 60, hasta quien masacró a unos campistas en los años 70.
Todos los que, según Josh, estarían poseídos por el espíritu de la bruja que, cada cierto tiempo, busca venganza entre los descendientes de quienes la condenaron a muerte en el 1600. Y quien ahora tendría como objetivo a uno o a todos los adolescentes protagonistas.
En una sucesión de muertes violentas, escapes milagrosos y mortales heridas con armas blancas que reviven de la mejor, y explícita forma, al subgénero del terror llamado slasher. En el cual siempre hay un demente con tendencia a eliminar jovencit@s.
Y que ha tenido entre sus ejemplos a La masacre de Texas, Halloween, Viernes 13 y Scream, y que en La calle del terror se combina con lo paranormal para ofrecer una entretenida y emocionante narración, que revisita sus características clásicas dándoles un aire nuevo y revigorizante.
En el que son claves la ambientación -casi siempre nocturna-, su noventera banda sonora -que incluye a Nine Inch Nails, Radiohead y White Zombie, entre otros- y las actuaciones de su grupo protagónico, que logran hacer de cada personaje un elemento esencial del relato.
Tras lo cual solo queda esperar la próxima La calle del terror, ambientada en 1978.
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