La historia de La Casa de Papel se remonta a mayo de 2017, cuando debutó en Antena 3. Pero no fue hasta que la adquirió Netflix para ser parte de su oferta, tras disminuir su popularidad entre los españoles, que la serie empezó a escribir su crónica como fenómeno.
Gracias a la plataforma de streaming, el relato anclado en los ladrones liderados por El Profesor (Álvaro Morte) conquistó a los suscriptores del servicio y se transformó en una de las producciones no habladas en inglés más vistas por su público en el mundo.
La misma creación de Álex Pina que tras 38 emisiones, y unos € 984 millones (US$ 1.149 millones), solo en billetes, robados por sus protagonistas, comienza a decir adiós con el estreno de la primera entrega, bautizada como Volumen 1, de la quinta temporada y final de La Casa de Papel.
La que comienza a involucrar a los espectadores en un cierre que llega tras cuatro ciclos plenos de acción y suspenso. Y un largo recorrido que se inició con Tokio (Úrsula Corberó) relatando cómo se envolvió en el primer asalto a la Fábrica de Moneda y Timbre.
En el que la acompañaron Moscú (Paco Tous), Berlín (Pedro Alonso), Nairobi (Alba Flores), Río (Miguel Herrán), Denver (Jaime Lorente), Helsinki (Darko Peric) y Oslo (Roberto García), bajo la meticulosa, pero a distancia, guía de Sergio Marquina o El Profesor.
El reinicio del relato a 100 días del encierro
Un atraco que se relató a lo largo de dos temporadas, desde donde surgieron los romances de Tokio y Río, como también el de Denver con una de las rehenes, luego conocida como Estocolmo (Esther Acebo), pero también las muertes de Berlín, Moscú y Oslo.
Pero en su camino apareció una nueva meta: asaltar el Banco de España, objetivo para el que sumaron nuevos integrantes al grupo, también conocido como La Resistencia: Bogota (Hovik Keuchkerian), Palermo (Rodrigo de la Serna) y Marsella (Luka Peroš).
Sin olvidar a Raquel Murillo (Itziar Ituño), la inspectora del Cuerpo de la Policía Nacional que se enamoró de El Profesor y es su pareja y aliada bajo el nombre de Lisboa. La que fue detenida, mientras dentro del banco Nairobi era asesinada por Gandía (José Manuel Poga).
Dos hechos claves que marcaron el final de la temporada cuatro y el inicio de la quinta entrega de La Casa de Papel. Cuando en el nombre de su amiga asesinada, el grupo, ahora también integrado por una rescatada Lisboa, se apresta para seguir con el plan a toda costa.
Así, después de 100 días de encierro en la entidad bancaria, se retoma la trama tanto dentro como fuera de su edificio. Y es el exterior donde la ex inspectora Sierra (Najwa Nimri) descubrió el escondite de El Profesor, El Estanque de Tormentas, y lo hizo prisionero.
Los nuevos personajes del final de la serie
Al mismo tiempo que el Coronel Tamayo (Fernando Cayo) decide combatir a los asaltantes con la ayuda del Ejército español y alguien que es parte de sus filas: el despiadado comandante de las Fuerzas Especiales, Sagasta (José Manuel Seda).
Pero él no es el único nuevo personaje. Además se conoce a Rafael (Patrick Criado), el hijo de Berlín que estudió ingeniería y hace cinco años se reencontró con su padre, y le aseguró que no quería ser un ladrón; aunque el robo de un tesoro vikingo puede cambiarlo todo.
Y también a René (Miguel Ángel Silvestre), que, como la misma Tokio le afirma a Lisboa en el primer capítulo de este Volumen 1, titulado El final del camino, es el verdadero amor de su vida y junto a quien experimentó una apasionado romance y el inicio su carrera delictual.
Las renovadas piezas de esta primera parte del quinto ciclo de La Casa de Papel, donde nuevamente se recurre al juego temporal, con saltos al pasado que revelan partes de la planificación, como también detalles sobre sus perpetradores y sus sentimientos.
Una receta conocida a la que se agrega mayor emoción y peligro en la figura de Sagasta y sus comandos, además de un viejo enemigo. En el inicio del adiós a la famosa banda criminal y también a sus overoles rojos, sus máscaras de Dalí y al tema antifascista que hicieron suyo: Bella Ciao.