La cocinera de Castamar: la nueva serie española de época que mezcla drama y romance
Doce capítulos componen la producción que llega a Netflix con una historia ambientada en la España del siglo XVIII, donde surge el amor imposible entre una joven empleada y su aristocrático patrón.
El madrileño Fernando J. Múñez empezó a escribir a los 14 años, uniendo más tarde su gusto por la literatura con el cine y la publicidad. Ámbitos profesionales que ocuparían su tiempo hasta el lanzamiento de su primera novela en 2019: La cocinera de Castamar.
Un libro que, gracias a su delicado estilo de prosa y la detallada descripción de personajes y la sociedad en la España del siglo XVIII, llamó la atención de los lectores, como también la de los ejecutivos de Atresmedia que decidieron transformarla en una serie.
La cual se estrenó en su país de origen en febrero de este año, para concluir la emisión de sus 12 episodios en mayo, convirtiéndose en uno de los espacios más vistos en los últimos meses en España, al sumar casi dos millones de espectadores por capítulo.
Y que ahora debuta en Netflix con un relato que se inicia en 1719, cuando Diego de Castamar (Roberto Enríquez) y su esposa Alba (Xenia Tostado) pasean y disfrutan la noticia de que serán padres. Pero un accidente cobra la vida de Alba y lo sume a él en la tristeza.
Luego la trama se centra en la joven y educada Clara Belmonte (Michelle Jenner), quien varios meses más tarde consigue un trabajo en las cocinas del Ducado de Castamar. Hasta donde llega tras un difícil viaje, porque sufre de agorafobia y no puede estar en espacios abiertos.
Los conflictos que esconde Castamar
Lugar donde bajo la guía del mayordomo Melquíades (Óscar Rabadán) y la ama de llaves Úrsula (Mónica López), ella servirá al duque, Don Diego, y también a su madre, Doña Mercedes (Fiorella Faltoyano), y a su hermano adoptivo y afrocaribeño, Gabriel (Jean Cruz).
Con esto se unen los destinos de los protagonistas del espacio, a los que lentamente se van sumando varios personajes y conflictos e intrigas. Entre ellos Enrique de Arcona (Hugo Silva), el Marqués de Soto, que odia a Diego y ha echado a andar un plan para destruirlo.
En el cual, como se sabe después, cuenta con la ayuda de Sol Montijos (Marina Gatell), la Marquesa de Villamar, y busca que Diego se case con la joven aristocrática Amelia Castro (María Hervás), que es manipulada por Enrique debido a las deudas que dejó su padre.
Sin embargo, este no es el único problema que involucra al duque. También está su relación de amistad con el Rey Felipe V, el primer Borbón de España, quien en la ficción tiene cambios repentinos de carácter, mientras se tejen varias conspiraciones contra la corona.
Pero no solo los aristócratas sufren en esta serie, ya que Clara, después de ser nombrada la cocinera jefa de Castamar, debe hacer frente a la animosidad de Úrsula y de otra empleada, mientras lucha contra su agorafobia y enfrenta la verdad en torno a su padre.
Un complicado romance de época
A lo que se suma el elemento central de La cocinera de Castamar: el romance que surge entre la culta y comprensiva Clara, y su patrón, Don Diego, quien con el correr de los capítulos va demostrando ser un hombre recto y preocupado por su familia y amigos.
Una relación que se enfrentará a las diferencias sociales y de género del periodo -donde Clara destaca de manera negativa por ser educada y con opinión-, como también a las maquinaciones que se tejen en torno al ducado, que revelan el peor lado de la aristocracia.
En un relato de época que no teme sumar bastante erotismo a sus bellos decorados y elaborados trajes y peinados, y que adquiere más ritmo e interés gracias a las subtramas que lo complementan, combinando el suspenso con el drama y el romance.
El que cuenta en su realización con dos nombres que han estado detrás de famosas realizaciones seriadas españolas, como Norberto López Amado (El tiempo entre costuras) e Iñaki Peñafiel (Perdida), además de una destacada fotografía y dirección de arte.
Los elementos que convierten a La cocinera de Castamar en un ejemplo del buen nivel alcanzado por las producciones hispanas de este tipo, que en los últimos años han encontrado en el streaming, en este caso la plataforma de Netflix, la mejor vitrina para llegar al público mundial.
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