Poco después de que Bernhard Aichner publicara Totenfrau, su buena recepción en Austria llevó a que la novela fuera traducida a otros idiomas, como al español con el título de La dama de los muertos.
Así el escritor y fotógrafo consolidaba su carrera más allá del territorio austriaco gracias al libro de suspenso sobre la dueña de una funeraria que tras una tragedia solo piensa en venganza.
Un intenso relato que daría paso a dos secuelas literarias y a la serie que debuta en Netflix, la que fue creada por Benito y Wolfgang Mueller, y coproducida entre Austria y Alemania.
Con la actriz berlinesa Anna Maria Mühe como la encargada de interpretar en sus seis capítulos a Brunhilde Blum, la protagonista de una historia marcada por el suspenso y la violencia.
Y quien tiene una relación habitual con la muerte, al manejar la funeraria de Bad Annenhof. Sin embargo, el fallecimiento de su marido la remece por completo.
Ya que es inesperado y ocurre ante sus ojos, cuando él va camino a su trabajo como policía y al salir de casa en su moto lo choca una camioneta que escapa del lugar.
En busca de algún culpable
Pero Brunhilde, o simplemente Blum, comienza a sospechar de que no fue un simple accidente. Algo que el público ya sabe fue premeditado y se relaciona con la familia Schönborn.
Sin embargo, la protagonista recién comienza encontrar detalles sobre lo que Mark investigaba antes de morir, que la llevan a la asustada Dunja (Romina Küper).
Una muchacha extranjera que con otras chicas recogió un desconocido, como se ve en flashbacks, que luego asesinó a sus compañeras junto a tres hombres enmascarados.
Pero Dunja logró escapar y fue ayudada por Mark, hecho que provocó su asesinato. En donde serían claves figuras como el hijo de los poderosos Schönborn y un conocido sacerdote.
Además de otros miembros de la comunidad que fueron parte de los scouts de Bad Annenhof, cuya peligrosa búsqueda lleva a Blum a descubrir el lado más oscuro de su personalidad.
Lo que ocurre al mismo tiempo que se revelan detalles en torno a su pasado, que también se convierten en piezas del puzzle criminal que recorre la inquietante y violenta trama de la serie.