Aunque su carrera incluye una veintena de películas, Keri Russell siempre será recordada por series como Felicity y The americans, y sin lugar a dudas también por La diplomática.
El espacio de Netflix creado por Debora Cahn (Homeland) donde la actriz se toma la pantalla en el rol de Kate Wyler, una personera de la diplomacia estadounidense en problemas.
Los que se relacionan no solo con el nuevo cargo que un tanto a regañadientes debe asumir repentinamente, sino que también por la crisis que hace ya un tiempo atraviesa su matrimonio.
Todo lo que se conoce a lo largo de ocho intensos capítulos marcados por las relaciones diplomáticas, el peligro de un conflicto internacional y la innegable atracción de Kate hacia un colega.
Los que se inician con una impactante escena que se sitúa en el mar cercano a Irán, donde un portaaviones británico es atacado con un misil, causando la muerte de parte de su tripulación.
El conflicto tras la tragedia
Una tragedia que podría escalar en un conflicto mayor y provoca el cambio de posición de Kate cuando está a punto de viajar a Kabul, y el presidente de EE.UU. le asigna un nuevo destino.
Así, en pocas horas, la diplomática de carrera, que odia los discursos tanto como los vestidos, se convierte en la flamante embajadora estadounidense en Reino Unido.
Una labor que la lleva a Londres en compañía de su esposo Hal (Rufus Sewell), un ex embajador que se ganó enemigos por su verborrea, y a trabajar codo a codo con Stuart (Ato Essandoh).
Su asistente en la embajada y consejero ante las reglas que debe encarar en su renovada posición, aunque su estilo en el manejo de las relaciones internacionales termina yendo contra ellas.
En especial cuando Irán se transforma en sospechoso del ataque y el Primer Ministro británico realiza una acusación sin tener la confirmación, poniendo en jaque la paz con Medio Oriente.
Las dificultades para Kate
Una situación que afecta directamente a su principal socio político, Estados Unidos, y por consiguiente a la nueva embajadora, como también al canciller inglés Austin Dennison (David Gyasi).
El que se convierte en uno de los socios de Kate en las diferentes reuniones y comunicados que surgen para manejar el conflicto generado por el atentado, que más tarde involucra a otro país.
Al mismo tiempo que la protagonista mantiene una tóxica relación con Hal, a quien le cuesta estar lejos del primer plano que tuvo por años, y baraja la posibilidad de asumir un cargo más importante.
En una sucesión de encuentros en embajadas, residencias diplomáticas y ministerios, que unen a los conflictos personales de Kate por su matrimonio y la atracción que siente hacia Austin.
Todo lo que hace de La diplomática uno de los dramas políticos más interesantes del último tiempo, tanto por la trama que desarrolla como por su elenco y la química entre Russell y Sewell.