La escuela católica: la película de Netflix que revive un dramático pasaje criminal italiano
La denominada “masacre del Circeo” es revisitada por la cinta, que se en la novela escrita por Edoardo Albinati sobre un hecho real, el crimen cometido por adinerados chicos romanos.
Hace 47 años, la noche del 29 de septiembre de 1975, se cometió el crimen que inspiró al escritor, periodista y docente Edoardo Albinati para dar vida a La escuela católica.
La novela de 2019 donde Albinati aborda al delito cometido por tres jóvenes de la élite romana, quienes violaron y golpearon a dos chicas de clase baja, provocando la muerte de una de ellas.
Pero en su libro no solo revive la denominada “masacre del Circeo”, sino que va más allá, mostrando el entorno en que crecieron los protagonistas, donde son claves la religión, la familia y la sociedad.
Los mismos puntos que son ejes de la película que se inspira en la obra de Albinati, dirigida por Stefano Mordini y que se estrenó fuera de competencia en el Festival de Venecia de 2021.
La cual debuta en Netflix para revivir una tragedia marcada por el clasismo, la misoginia y la violencia contra las mujeres, a lo largo de un incoherente relato de casi dos horas de duración.
Y cuya escena inicial revive el momento en que las víctimas, la sobreviviente Donatella y la fallecida Rosaria, fueron halladas en la maletera de un auto después de que la primera pidiera ayuda.
Un drama sobre violencia y crecimiento
Pero rápidamente la narración se ubica seis meses antes de los hechos de 1975, cuando un grupo de jóvenes del penúltimo año de bachillerato están en la clase de gimnasia del colegio al que asisten.
Una institución católica ubicada en un barrio residencial de Roma, que en los últimos días ha sido afectada por hechos de violencia entre compañeros y donde estudia Edoardo (Emanuele Di Stefano).
Quien es el narrador de una historia que tiene como eje el Instituto San Luigi y a sus alumnos, entre los cuales también se cuentan Gianni (Francesco Cavallo) y Angelo (Luca Vergoni).
Los que en un futuro cercano invitarán a las más humildes Donatella (Benedetta Porcaroli) y Rosaria (Federica Torchetti) a pasar la tarde en una gran casa en la costa, en el sector de Circeo.
Lugar donde estos chicos de clase acomodada y que ya habían sido parte de actos de violencia, torturarán y violarán a sus “invitadas” en compañía de Andrea (Giulio Pranno), para darlas por muertas.
Un hecho que se supone el motor de la película, pero que se pierde en medio de conflictos familiares y de crecimiento que afrontan otros estudiantes y no tienen demasiado desarrollo.
Lo que convierte a La escuela católica en un tráiler extendido de lo que debió ser un drama sobre madurez y trauma, además del delito marcado por la violencia contra la mujer y la masculinidad tóxica.
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