Aunque le tomó años llegar a las salas de cine desde que inició su producción a mediados de la década del 2010, La guerra del futuro se convirtió en una de las cintas más exitosas hechas en Hong Kong.
Ya que la demora en su realización no afectó finalmente su recibimiento por parte del público de esa región y el resto de China, obteniendo una recaudación millonaria tras su debut en agosto pasado.
Además de comentarios especializados destacando el nivel de sus efectos especiales y escenas de acción, dos elementos centrales en la película dirigida por Ng Yuen-fai que ahora llega a Netflix.
La cual se ambienta en un futuro no tan lejano, cuando la Tierra enfrenta el colapso debido a muchos desastres naturales y sucesivas guerras, donde el arma principal son los soldados robots.
Además de la polución industrial que enfermó a la población y mató a miles, llevando a los gobiernos del mundo a unirse y construir domonets que cubren las principales ciudades alrededor del orbe.
Pero apareció otro peligro: la caída al planeta de un meteorito con una planta alienígena, que los científicos bautizaron Pandora y comenzó a cubrir su superficie, destruyendo todo a su paso.
La misión para reprogramar a Pandora
La que paradójicamente puede limpiar la atmósfera, por lo que el Cuartel General decide poner en marcha un peligroso plan que podría cambiar el curso de la historia de la humanidad.
El que, como explica la Coronel Tam (Carina Lau), busca reprogramarla con balas genéticas dirigidas a su pistilo, que la harán entrar en hibernación, deteniendo su crecimiento pero no su labor de limpieza.
Lo que se debe realizar antes de que las tormentas lleguen al sector B16, acelerando el crecimiento de Pandora y así evitar la puesta en marcha del Plan B: bombardear la planta para destruirla.
Una solución que costará las vidas de 160.000 personas, por lo que Comandante Cheng (Ching Wan Lau), envía a su amigo y avezado oficial de la Unidad de Combate Aéreo, Tyler (Louis Koo).
Pero la misión será aún más difícil, obligando a Cheng a entrar en acción en compañía de su viejo camarada Yau (Philip Keung), sumándose a Tyler en el combate de monstruosas criaturas y robots.
En una sucesión de combates y escapes que se toman gran parte de una cinta entretenida, aunque algo débil en lo dramático, que tiene su mayor fortaleza en los efectos especiales y escenas de acción.