La Historia de Lisey: la novela llega a la pantalla bajo la mirada del propio Stephen King
El escritor estadounidense es el guionista del espacio de Apple TV+ que convierte en miniserie su libro de 2006, bajo la dirección del chileno Pablo Larraín y con Julianne Moore como protagonista.
Con alrededor de 70 novelas, sin contar sus más de 200 historias cortas, Stephen King es uno de los escritores más prolíficos de las últimas décadas. Sin embargo, su faceta como guionista se reduce a poco más de una docena de creaciones, siendo la última La historia de Lisey.
La miniserie creada para Apple TV+ por el mismo King, en base al libro homónimo de 2006 que el mismo autor estadounidense ha calificado en muchas ocasiones como su “novela favorita”, y que llegó al streaming bajo la dirección del realizador chileno Pablo Larraín.
Nombres más que conocidos para el público de Chile y el mundo al que se suma como uno de sus productores ejecutivos a J.J. Abrams, además de un destacado elenco que es encabezado por Julianne Moore como la protagonista de sus ocho emisiones: Lisey Landon.
A quien el espectador conoce cuando ella ya lleva dos años viuda del famoso escritor de libros de fantasía, Scott Landon (Clive Owen), y se encuentra en la gran casa en un sector rural de Maine que compartía con su marido, donde este además tenía su estudio.
Para el cual transformó el antiguo granero de la propiedad y donde hoy Lisey ordena todos los manuscritos que dejó Landon, entre los cuales podrían estar novelas sin terminar o cuentos e historia cortas que ambicionan los estudiosos de la obra del literato.
Los problemas que rodean a Lisey
Entre ellos el profesor Dashmiel (Ron Cephas Jones), quien desde hace mucho busca a la viuda para que le de acceso a la obra inédita del novelista, e incluso llega a su casa para presionarla, sin mayor resultado. Ante lo que decide recurrir a la ayuda de otra persona.
Este último es Jim Dooley (Dane DeHaan), un fanático de los libros de Landon que le dijo a Dashmiel que podría ayudarlo a hacer cambiar de opinión a Lisey. Pero el académico ignora que los métodos del desequilibrado Dooley son violentos y van más allá de lo razonable.
Pero, como ya sabe el espectador, ellos no son los únicos que contrarian a la protagonista del relato. También está su hermana mayor Amanda (Joan Allen), quien tiene problemas psiquiátricos y hace poco sufrió una recaída que la dejó en un estado semicatatónico.
A lo que se suma el hecho de que mientras ordena sus papeles, encuentra una serie de pistas de Scott que la guían a una “cacería de dálivas”, una búsqueda de tesoros que él jugaba con su hermano mayor cuando era niño para olvidar el daño que les hacía su padre.
Una serie de abusos físicos y psicológicos de los cuales también escapaban refugiándose en el mundo de Boo’ya Moon, un lugar de fantásticos y oníricos paisajes que más tarde sirvieron de inspiración al menor de los Landon para dar vida a sus exitosas novelas.
Un confuso paso de la novela a la pantalla
Así, entre el cuidado de Amanda, en el cual cuenta con la ayuda de su otra hermana, Darla (Jennifer Jason Leigh); el confrontar las llamadas y posteriores ataques de Dooley, además de la “cacería de dálivas”, se va desarrollando la historia de Lisey en el presente.
A la cual se suman pasajes recurrentes que llevan a los días en que ella comenzaba su relación con Scott y a cuando él le contó sobre su infancia y el fantástico Boo’ya Moon. Sitio al cual él solía regresar de adulto y en el que extrañamente, en el presente, se encuentra Amanda.
Una mezcla del drama que provoca la pérdida de un ser amado con el horror psicológico, ese que yace en los rincones mentales más oscuros y se alimenta de los comportamientos humanos violentos, que se mueve de las páginas de la novela homónima a la pantalla.
Aunque para este traslado, King apuesta por no seguir el orden original del libro y darle más o menos protagonismo a ciertos personajes o vivencias clave, que pueden otorgar un ritmo mayor y diferenciador al relato audiovisual, pero también lo envuelve en la confusión.
Lo que no resta interés a La historia de Lisey en sí, gracias a la labor en la dirección de Pablo Larraín, quien con la ayuda de la fotografía de Darius Khondji impregna de simbolismo y belleza a sus imágenes, y la destacada actuación de su elenco, en especial la más que sólida Julianne Moore.
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