Con la Noche de Brujas ad portas, no es extraño que Netflix sume cada semana varios títulos ligados al horror como La maldición de Bridge Hollow, su película original donde el miedo se une a la comedia.
Una combinación que no es nueva, pero sin dudas es una de las más exitosas entre el público del servicio, que ahora se repite en la cinta dirigida por Jeff Wadlow y protagonizada por Marlon Wayans.
Quien ha sido parte de realizaciones tan disímiles como Réquiem por un sueño y ¿Y dónde están las rubias?, y en este filme para el streaming interpreta a Howard Gordon, un racional profesor de ciencia.
El cual decidió mudarse junto a su familia desde el populoso Brooklyn hasta Bridge Hollow, un poblado en el norte del estado de Nueva York, cuyos habitantes al parecer están obsesionados con Halloween.
Por lo que antes de la celebración del 31 de octubre sus calles y casas están escalofriantemente decoradas. Un detalle que alegra a la hija adolescente de Howard y su esposa Emily (Kelly Rowland).
La que se llama Sydney (Priah Ferguson, Stranger things) y no estaba muy feliz con la mudanza y todos los cambios que esta implica, entre los que se cuenta nueva escuela y nuevos amigos.
La maldición ataca a Bridge Hollow
Pero Sydney conoce en el cementerio local a los jóvenes integrantes de la Sociedad Paranormal del pueblo: Jamie (Holly J. Barrett), Ramona (Abi Monterey) y Mario (Myles Perez).
Quienes hacen más interesante todo cuando le cuentan que la casa en que vive era hogar de la famosa médium Hawthorne y decide contactarla, lo que la guía a la buhardilla y a un misterioso baúl.
Don encuentra una antigua lámpara de calabaza que habría pertenecido a Jack el Tacaño, un malvado espíritu que busca vengar su asesinato. Un descubrimiento que comparte con sus papás.
Sin embargo, el racional Gordon no cree en nada de eso, aunque hay algo que esconde en su recelo hacia Halloween: un miedo que renace luego de que la lámpara de Jack disemina un encantamiento.
El que provoca que todos los adornos, grandes y pequeños, de Noche de Brujas adquieran vida y pongan en peligro a los habitantes de Bridge Hollow, a menos que Gordon y su hija los detengan.
Lo que sitúa a los personajes en medio de una entretenida y rápida aventura que mezcla bastantes miedos con humor y algo de ciencia, ofreciendo un buen panorama que se puede disfrutar en familia.