La nube: la singular apuesta francesa de Netflix que transita del drama al horror
La nueva película gala de la plataforma muestra la historia de una madre soltera que cría saltamontes y descubre una inquietante forma de aumentar su producción.
Aunque su título en español es el mismo que su original en francés, La nuée o La nube, su nombre en inglés es el que más se relaciona con la trama del primer largometraje del director y guionista Just Philippot. El cual es simplemente The swarm o el enjambre.
Esto porque el inquietante relato de casi 100 minutos de duración tiene directa relación con un grupo de saltamontes, recordando a otras películas donde los insectos se convierten en un peligro para los humanos, como Bug (1975), Aracnofobia (1990) y El enjambre (1978).
Y la cual se inicia en un lugar que no hace presagiar la amenaza que confrontarán sus personajes: la bucólica campiña francesa, donde Virginie Hébrard (Suliane Brahim) tiene su granja y vive junto a sus hijos Laura (Marie Narbonne) y Gaston (Raphael Romand).
La cual, como viuda, sostiene sola su casa, por lo que apostó por la crianza de saltamontes, que transforma en una proteínica harina, para mantenerse. Sin embargo, la producción de las cigarras no ha aumentado como esperaba, a pesar de su preocupación.
Algo que la aproblema aún más cuando quien compra su producto le hace notar que no ha cumplido con la cantidad que le prometió y que no se llevará lo que le está ofreciendo. Lo que nuevamente la hace pedir un préstamo a Karim (Sofian Khammes), un viticultor vecino.
Todo parece mejorar para Virginie cuando aparece otro interesado. Sin embargo, cuando ella se entera de que su amigo Karim intervino para que ese hombre le comprara, decide no vender y comienza a destruir su criadero, teniendo un accidente que la deja inconsciente.
El inquietante cambio de Virginie
Al despertar, la mujer se da cuenta que los saltamontes a su alrededor han estado bebiendo la sangre que salió de una de sus heridas. Poco tiempo después, ella descubre que los insectos se pusieron más grandes y comenzaron a multiplicarse profusamente.
Esto la lleva a ampliar su criadero con ayuda de Karim, pero ante la tristeza de Laura, quien esperaba que su mamá dejara esa labor y se fueran a otro lugar. Aunque hay un detalle aún por resolver: el conseguir la sangre necesaria para alimentar a los saltamontes.
La que Virginie primero suple con un poco de la de su propio cuerpo y después comprando la de animales; que mantiene creciente su producción, a pesar de que los insectos actúan muy extraños. Lo peor viene cuando una enojada Laura deja escapar a varios de ellos.
Los cuales se unen en un enjambre que ataca a Huguette, la cabra mascota de Gaston. Sin embargo, lo más preocupante es el cambio de Virginie, quien convierte la crianza de los numerosos saltamontes en una obsesión que comienza a hacerla actuar sin remordimiento.
En una historia que lentamente va involucrando a un espectador cada vez más sorprendido. Con una trama que va tomando cada vez mayor fuerza narrativa, partiendo desde un drama familiar y juvenil, hasta llegar al suspenso con ribetes de horror en sus minutos finales.
Lo que hace de La nube una interesante adición al catálogo francés de Netflix que, con contados elementos y personajes, logra concretar un turbador viaje fílmico anclado en momentos que conjugan realidad y fantasía, y en la buena actuación de sus protagonistas.
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