La crítica especializada ha despreciado varias de las comedias de la productora de Adam Sandler. Sin embargo, Happy Madison es responsable de algunas de las cintas más vistas de Netflix y ahora suma a su listado de contribuciones a la plataforma la inusual historia de La otra Missy.
Esta realización tiene como eje de su relato a Tim Morris (David Spade), un maduro ejecutivo bancario que llega a una cita a ciegas en un restaurante con una chica conocida por su abuela. La invitada resulta ser Melissa (Lauren Lapkus) o simplemente Missy.
La reunión resulta ser un completo desastre por la singular e incontenible personalidad de Missy -quien además porta un machete como defensa personal-, y finaliza con Tim herido al tratar de escapar del local por la ventana del baño de hombres.
La suerte del ejecutivo parece cambiar un tiempo después, cuando conoce en un aeropuerto a la mujer perfecta (Molly Sims). Ella no solo es atractiva físicamente sino que comparte con él varios gustos y el sentido del humor, pero hay un detalle: también se llama Melissa.
Y en ese detalle es donde radica el eje de La otra Missy, porque cuando Tim tiene la posibilidad de invitar a alguien para un retiro de su banco en Hawaii, en vez de invitar vía chat a la Melissa del aeropuerto, invita a la de su desastrosa cita a ciegas.
Un error que él descubre ya a bordo del avión y podría poner en jaque su futuro profesional, ya que en la cita empresarial en la isla se encontrará el nuevo dueño del banco, Jack Winstone (Geoff Pierson), y la posibilidad de un importante ascenso laboral.
En compañía de la Missy incorrecta, Tim comenzará a experimentar el más extraño fin de semana, donde estará en juego su futuro profesional como también su integridad física y mental. Aunque las situaciones que vendrán serán aún más inesperadas y alocadas.
Humor con el sello de Happy Madison
Con La otra Missy, David Spade vuelve a la titularidad de una cinta tras Papás con honores (2018) y varios años a la sombra de su amigo Adam Sandler, a quien secundó en comedias como Son como niños y Los doble-vida.
Aquí, bajo la dirección de Tyler Spindel -con quien ya trabajó en Papás con honores-, Spade da vida a un contenido ejecutivo que no espera mucho de la vida, pero enfrenta un sorpresivo encuentro con una mujer que, para bien o para mal, cambiará su futuro.
Ya que la Missy equivocada no solo oculta un arma blanca en su bolso, sino que posee un sentido del humor y una voz que no dejarán indiferentes a nadie, además de ser una experta en quiropraxia, relaciones matrimoniales y algo de hipnosis.
Todo en medio del acostumbrado humor de las películas con el sello de Happy Madison, donde el absurdo se combina con varios chistes de doble sentido, algunos golpes y caídas estrepitosas, y actores que hacen lo que pueden con el material que llegó a sus manos.
Una mezcla que está lejos de ser aprobada por la crítica especializada más purista, pero que con seguridad entretendrá a quienes buscan situaciones disparatadas que logren dibujar una sonrisa en su cara. Aunque pronto olviden lo que acaban de ver.