Bajo la guía de la WWE -o World Wrestling Entertainment-, el mundo de la lucha libre estadounidense hace tiempo sobrepasó los cuadriláteros y se extendió hacia el universo del espectáculo, teniendo como último ejemplo de su división de películas a La pelea estelar.
Este es el más reciente título de los WWE Studios, que se fundaron en 2002, y el primero de sus largometrajes coproducidos con Netflix, que además se estrena días después del debut de su serie en sociedad con la plataforma: El show de Big Show.
Y al igual que este último espacio, que se enfoca en la diversión de los niños y sus padres -que muestra al ex luchador Big Show con su esposa e hijas-, La pelea estelar se dirige a la diversión infantil y familiar a través de la historia de Leo Thompson (Seth Carr).
Este último es un niño de 11 años que vive junto a su padre Steve (Adam Pally) y su abuela Vanesa (Tichina Arnold), soñando con sus ídolos de la WWE mientras asiste a la escuela junto a sus mejores amigos, Riyaz (Aryan Simhadri) y Caleb (Glenn Gordon).
Aunque no todo es tan simple y feliz en la vida de Leo, ya que su madre los abandonó a él y a su papá hace algún tiempo y se fue a otra ciudad, y además siempre es blanco en el colegio de las bromas y el maltrato del grupo que encabeza Trevor (Josh Zaharia).
Aventura familiar con acción y enseñanza
Pero su suerte comienza a cambiar cuando descubre una antigua máscara de lucha libre que, como él comprueba poco después, es mágica y le otorga fuerza y habilidades físicas sobrenaturales a quien se la coloque, a pesar de su mal olor.
Gracias a esta máscara, Leo enfrenta a Trevor y sus secuaces y logra ser parte de la NXT, una de las competiciones para amateurs de la WWE que busca a las nuevas generaciones de integrantes de su federación de lucha.
Bajo la dirección de Jay Karas, quien ha realizado capítulos de series como Parks and recreation y Superstore, La pelea estelar va relatando la historia del pequeño Leo y su alter ego Kid Chaos, como se hace llamar como luchador.
Pero no todo es tan fácil, porque su nueva y popular personalidad pone a prueba la relación con sus mejores amigos y lo hace enfrentar el peligro de Frankie (Ken Marino) y el gigantesco luchador que él representa: Samson (Babatunde Aiyegrusi).
Y son precisamente esos pequeños grandes conflictos los que permiten a La pelea estelar desplegar entretenidas escenas de acción y también ofrecer una serie de consejos a sus pequeños espectadores, como el valor de la familia o aprender a quererse a sí mismos.
Además, su ambientación en el mundo estadounidense de las luchas, que incluye la aparición de varias de sus figuras -como Kofi Kingston, Mike “The Miz” Mizanin y Sheamus-, hará la felicidad de los pequeños y grandes seguidores de la popular WWE.