Aunque en su carrera como actriz se cuentan series como Ramona y Beezus y la aplaudida The act, Joey King es recordada por su rol en El stand de los besos. Algo que quiere cambiar con La princesa.
Esto porque con la película que debuta por Star+ ella quiere dejar atrás a la enamorada Elle de la trilogía de cintas de Netflix, reemplazándola por la violenta princesa de un reino medieval.
A la cual, a lo largo de la hora y media de metraje, se le conoce solo por su título nobiliario, mientras reparte golpes y embate a sus enemigos con su espada. Lo que hace bajo la dirección de Le-Van Kiet.
El cineasta vietnamita que alcanzó fama mundial por Furie, su filme de 2019 donde unió el drama con las artes marciales, para mostrar la historia de una madre que trata de escapar de su pasado mafioso.
Por lo que es fácil imaginar porqué lo eligieron para esta cinta, mezcla de acción, drama y fantasía con aroma a cuento de hadas. Sin olvidar que sus productores son Derek Kolstad y Neal H. Moritz.
Los nombres detrás de títulos como John Wick, en el caso de Kolstad, y Rápido y Furioso, en el de Moritz, que son claves al momento de entender el incesante ritmo y las sangrientas peleas de la película.
Una princesa de armas tomar
La cual se inicia en un reino medieval, donde en la torre del castillo duerme una joven vestida de blanco -la princesa-, que al despertar se da cuenta de que tiene grilletes que no la dejan escapar.
Pero cuando llegan hombres armados a comprobar que todavía duerme, la chica los ataca a pesar de sus cadenas. Por lo que de la ensoñación de La bella durmiente se pasa a la adrenalina de Kill Bill.
Pronto se sabe que los dominios de su padre fueron ocupados por Julius (Dominic Cooper), a quien el rey había elegido para casarse con su hija y así heredar su corona con el tiempo.
Sin embargo, la chica escapó de la boda, desatando la ira de Julius, quien tomó prisioneros a sus padres, hermana pequeña y súbditos para hacerla entrar en razón. Ante lo que ella decide tomar venganza.
Lo que consigue gracias a la instrucción, corpórea y mental, que recibió de Lihn (Veronica Ngo), la hija de un consejero venido de Asia. Además de una capacidad física y resiliencia bastante fantásticas.
Con lo que el público se expone a 94 minutos de violencia, sangre y no mucho guión, que dejan en claro que Joey King puede ser una heroína de acción. Aunque se echa de menos su lado dramático.