Varios días antes de que La reina Cleopatra llegara a Netflix, el estreno de su trailer generó críticas entre los egipcios de hoy por una simple e irrelevante razón: el color de piel de la faraona.
La que en el título de Netflix es más oscura que la imagen que por años mostró Hollywood y ahora despierta incomodidad, llevando a Egipto a anunciar la producción de su propio documental.
Lo que es absurdo si hasta el momento se conoce el origen macedonio de su padre, pero no se sabe nada sobre la identidad de su madre o de su abuela, como lo reafirma el mismo docudrama.
El que fue producido ejecutivamente y narrado por la actriz estadounidense Jada Pinkett Smith, a través de los cuatro capítulos de alrededor de 45 minutos de duración cada uno.
Los que recrean la agitada historia de la famosa gobernante del reino a orillas del Nilo, mezclando recreaciones dramatizadas con las opiniones de varios expertos como Shelley P. Haley.
La profesora de Estudios Africanos en el Hamilton College que, como su abuela le afirmó hace mucho, está segura de que Cleopatra era negra y además se encarga de iniciar la narración.
Entre lo docto y lo telenovelesco
Lo que la docente realiza refiriéndose a la juventud de la futura monarca, cuando pasaba horas en la biblioteca de Alejandría nutriendo su erudición y gusto por las ciencias y las lenguas.
Pero la muerte de su padre, Ptolomeo XII, la hizo asumir el trono de Egipto en compañía de su hermano Ptolomeo XIII y con ello encarar conspiraciones y rivalidades en su propia familia.
Además de la gran sequía que afectaba a su territorio y la deuda que su padre había adquirido con Roma, el imperio en expansión que se convertiría en una gran amenaza para su reinado.
Pero además de donde provenían dos figuras claves en la vida de Cleopatra: Julio César y Marco Antonio, los generales romanos que se convertirían en sus amantes y aliados políticos.
Ya que a diferencia de la imagen seductora que se ha querido dar de la regenta, era una hábil estadista que buscaba lo mejor para su pueblo, como en la docuserie la encarna la actriz Adele James.
Una de las características que busca reafirmar La reina Cleopatra a través de los detalles entregados a lo largo de sus emisiones por Haley y colegas como Jacquelyn Williamson e Islam Issa.
Además de las recreaciones que, a pesar de la precariedad de sus ambientación y un guión digno de telenovela -con algunas escenas sexuales de más- remontan gracias al intenso trabajo de James.