Tras el fin de la Guerra Civil Española en 1939, el dictador Francisco Franco tomó el poder del país, y todos aquellos que estuvieron en su contra fueron perseguidos, torturados y ejecutados sin piedad alguna. Muchos se fueron exiliados de allí, otros decidieron esconderse en las tinieblas.
Ocultos en secretas paredes falsas, túneles subterráneos o en los lugares más insólitos, cientos de españoles vivieron así por muchos años. En algunos casos, como el de la trama central de La trinchera infinita, por más de tres décadas.
Los Topos
En esta súper producción española conoceremos la historia de los “topos”, quienes generalmente eran hombres republicanos que no estaban de acuerdo con el régimen dictatorial, y que fueron duramente perseguidos en el período de post guerra.
Sin ninguna opción más que esconderse, cientos de familias debieron hacer peripecias para tener a sus seres queridos más cerca. Este fue el caso de Higinio (Antonio de la Torre), concejal de un pequeño poblado andaluz, que fue incesantemente buscado por la milicia nacionalista española.
Refugiado en un agujero al interior de su casa, Higinio tuvo la intención de esperar por un tiempo hasta que las aguas se calmarán, pero los años pasaron y el derrocamiento de Franco no ocurrió. Entregado a su destino de “topo”, este hombre construyó una vida encerrado en cuatro paredes.
Fiel a su esposo y dispuesta a todo para protegerlo de la casería de brujas, Rosa (Belén Cuesta) fue los ojos de él en el exterior. Pese al miedo a que descubrieran su secreto, esta mujer se mantuvo estoica y firme junto a Higinio. A pesar que su marido fue declarado muerto por treinta años.
Siendo padre y madre del único hijo que tuvieron, a la familia no le faltó nada durante la “ausencia”. Pero el largo encierro tuvo consecuencias en su personalidad. Desconfiado y temeroso a quedar solo, la relación con Rosa se fue agrietando. Ella se siente desplazada como mujer. ¿Logrará el amor superar el encierro y la falta de libertad?
Producción de lujo
Sobre el look and feel de esta producción solo hay buenas críticas. Con un estudiado y minucioso escenario de post guerra, la producción es un viaje a la pobre Andalucía de la época. Y la evolución en los treinta años que dura la trama es fiel a la realidad. Gran trabajo de investigación.
Si bien la película es algo larga (dura 2 horas con 27 minutos), el mix entre el drama y el amor hacen que La trinchera infinita tenga un buen ritmo. Esa mezcla propicia a un ambiente de suspenso en el cómo terminará esta relación.
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