10 años pasaron para volver a tener en pantalla a Sophia Loren. Desde su última intervención en la serie de televisión La mia casa è piena di specchi, la actriz de 86 años regresa ahora para interpretar a una sobreviviente del Holocausto y su relación con un niño huérfano de Senegal.
La vida ante sí se llama esta cinta que es dirigida por su hijo Edoardo Ponti, quien se basó en la novela homónima del escritor francés Romain Gary, para readaptarla a una época contemporánea, en la que Madama Rosa (Loren), se dedica a cuidar a los hijos de prostitutas que no pueden hacerse cargo.
De esta manera es como se cruza con Mohamed, más conocido como Momo (interpretado por Ibrahima Gueye), un joven de 12 años inmigrante en Italia, quien le roba las compras y, luego, el corazón.
Y es que esta película que ya se estrenó en 1977 bajo el título de Madama Rosa (Premio Oscar a Mejor Cinta Extranjera), entrega un alentador mensaje de esperanza: todos pueden cambiar cuando se le entrega amor.
Como la vida misma
Eso es lo que sucede con este niño que, a su corta edad, se dedica a vender drogas, no tolera el colegio y se involucra con los delincuentes locales. Sin embargo, un día llegó al departamento de esta octogenaria mujer para enderezar el camino.
Eso sí, el tiempo era limitado: sólo dos meses. Esto, porque ninguno quería relacionarse con el otro debido a inconvenientes que perjudicaron la relación en otros momentos.
Pero como la vida da muchas y sorpresivas vueltas, esos días bastaron para que las dos almas solitarias y aferradas al pasado, se encontraran, entre el drama y una buena dosis de humor.
Con actuaciones impecables, donde se ve a Loren transitar entre el presente y los horrores de Auschwitz, y a Momo entre el despertar de un niño problema y el amor por su cuidadora, se desarrolla esta historia que, además, tiene en su elenco al actor y dramaturgo Renato Carpentieri.
Todos, en conjunto, se las juegan por un relato de unidad, donde no importa el lugar de procedencia, porque la imagen de esta “donna” poderosa, típica del neorrealismo cinematográfico italiano, los acunará sin prejuicios.
Ojo con la emotiva canción de cierre, es interpretada por la cantante Laura Pausini.