La Vida Me Supera, el documental sobre una rara enfermedad que afecta a niños refugiados
"Síndrome de resignación" es la extraña enfermedad que afecta a algunos niños refugiados en Suecia, trastorno causado por la zozobra que viven y que se muestra en el documental de Netflix, La Vida Me Supera.
Dejan de hablar y comer, sólo duermen y luego entran en una especie de coma. Así se podría resumir el “síndrome de resignación”, extraño mal que se ha obeservado desde hace más o menos una década en un centenar de niños que llegan como refugiados a Suecia, trastorno que da pie al documental de Netflix La Vida Me Supera (Life Overtakes Me).
El filme, breve (40 minutos), presenta un puñado de casos de niños que llegan a Suecia, huyendo junto a sus padres de situaciones traumáticas y persecuciones, y que empiezan a mostrar esos síntomas, a pesar de que en un principio parecían vivir normalmente en su nuevo país, yendo al colegio, aprendiendo el idioma y haciendo amigos.
El problema es que en este nuevo hogar se sienten inseguros y experimentan la zozobra de ver a sus papás luchando por conseguir refugio y asilo en Suecia o, si lo tienen, tratando de prolongar su estada en ese país nórdico sin que los expulsen.
La gran gracia del documental es presentar la extraña y desconocida condición de pequeños que ponen en pausa sus vidas, que se convierten en verdaderas “bellas durmientes”, niños que, como mecanismo de defensa ante una vida incierta y hostil, entran en letargo.
Lo malo es que el filme es demasiado corto como para profundizar en este problema que desde hace un par de años también se ha reportado en otros países, como Australia.
Frío como hielo
Presenta los casos, ademas, con demasiada frialdad, a través de imágenes y testimonios pulcros, desprovistos de emoción, quirúrgicos. No desarrolla el drama que significa para las familias salir en circunstancias traumáticas de sus países, llegar a un lugar desconocido y enfrentar una enfermadad tan rara e, incluso, cuestionada.
Esto último, porque ciertos sectores anti inmigración suecos han planteado que el “síndrome de resignación” no pasa de ser un montaje de estos refugiados para conmover a la comunidad y a las autoridades, y así lograr quedarse definitivamente en el país. En eso tampoco profundiza el filme, que abusa, además, de las voces en off, lo que le quita humanidad al relato.
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