La vieja guardia: una innovadora y recomendable película sobre héroes inmortales en Netflix
Charlize Theron es la protagonista y productora de esta película de acción y fantasía, que lleva a la pantalla la novela gráfica de Greg Rucka sobre un grupo de mercenarios que no pueden morir.
Con su participación en cintas como Mad Max: furia en el camino y Atómica, Charlize Theron sumó a sus reconocidas cualidades dramáticas una innegable habilidad para las escenas de acción. Aptitudes que ahora reafirma en La vieja guardia.
Esta es una película con el sello de Netflix -que la actriz sudafricana protagoniza y produce-, donde se muestra la singular historia de un grupo de mercenarios inmortales, que en pleno siglo XXI continúa ofreciendo sus servicios a quien los pueda costear.
El último en solicitar su ayuda es Copley (Chiwetel Ejiofor), un ex agente de la CIA que recurre a la labor encubierta del grupo liderado por Andy (Theron) para rescatar a varias niñas de manos de guerrilleros, en el sur de Sudán.
Pero la misión no es tal; es una emboscada para obtener pruebas sobre la inmortalidad de Andy, quien realmente se llama Andrómaca y lleva viva miles de años, y sus compañeros: Booker (Matthias Schoenaerts), Joe (Marwan Kenzari) y Nicky (Luca Marinelli).
Estos dos últimos, al igual que su líder, llevan centurias de vida, luego de conocerse y asesinarse en bandos enemigos durante las Cruzadas. En cambio Booker es el más “nuevo” del equipo, donde llegó al revivir después de fallecer en las Guerras Napoleónicas.
Nueva integrante y un peligro latente
Cada vez más desilusionada con la humanidad, y temerosa de que la trampa que les tendieron ponga en peligro su anonimato, Andy decide poner fin a sus misiones. Sin embargo, el descubrimiento de otra persona con sus habilidades la hace dar pie atrás.
Esta recién descubierta inmortal -facultad que también conlleva la rápida curación de heridas y quebraduras- se llama Nile (KiKi Layne) y era una soldado estadounidense asentada en Afganistán hasta que fue asesinada y volvió a la vida.
Es con la llegada de Nile al grupo de mercenarios que comienza la verdadera aventura de La vieja guardia, que lleva a la pantalla la novela gráfica de Greg Rucka -con ilustraciones del argentino Leandro Fernández-, bajo la dirección de Gina Prince-Bythewood.
Pero las cosas se ponen más difíciles de lo que Andy esperaba. No solo le cuesta convencer a Nile de sus capacidades y de abandonar a su familia; también aparece Merrick (Harry Melling), un genio de la farmacéutica que busca sacar provecho de su inmortalidad.
Aventuras y sentimientos
Y a pesar de tener como eje de su narración a los personajes de un cómic y sus aventuras, plenas de enfrentamientos, bajo la dirección de Prince- Bythewood la cinta apuesta por dos elementos completamente diferenciadores: calidez y profundidad.
En muchos pasajes de su relato, tanto Andy como sus amigos y colegas se cuestionan su inmortalidad; una pesada carga cuando han sido testigos de las muertes de compañeros y amores, o de las injusticias que han plagado la historia del planeta.
Ya que si bien poseen un don (¿castigo?) que los convierte en seres extraordinarios, no están ajenos a los sentimientos -con Joe y Nicky protagonizando una de las escenas más románticas del cine-, ni menos a las pérdidas, como bien lo sabe Andy.
Por esto mismo, y diferenciándose de las películas de paladines de historieta a las que Hollywood nos tienen acostumbrados, La vieja guardia se presenta como una imperdible alternativa dentro de este mundo de aventuras, héroes y fantasía.
Un largometraje que posee la cuota exacta de violencia, con disparos y peleas -y Theron en su mejor momento-, y también entrañables protagónicos, a quienes esperamos ver pronto en una secuela. La que sería casi una realidad, como lo vislumbra su escena final.
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