En el último tiempo las mujeres se han tomado las películas de acción y lo continúan haciendo con Ladronas, la película dirigida y protagonizada por Mélanie Laurent.
Una cinta que se suma a Netflix y también a otros títulos recientes de la misma plataforma, como La madre con Jennifer Lopez y Agente Stone con Gal Gadot.
Y lo realiza llevando a este subgénero un poco más allá, sumando comedia como también un componente más dramático y sentimental, marcado por la relación entre sus personajes.
Ya que Ladronas contiene bastante adrenalina, sonrisas y unas cuotas de suspenso, junto al lazo fraternal, casi maternal, entre Carole (Laurent) y Alex (Adèle Exarchopoulos).
Dos criminales especializadas en robos de altura -joyas, arte- que llevan años como socias y amigas, con Carole como la planificadora y ejecutora, y Alex como la francotiradora.
Un supuesto último atraco
Lo que realizan para la mafiosa conocida como La Madrina (Isabelle Adjani), quien tiene un origen en común con Carole, por lo que cuenta con ella para cada una de sus misiones.
Pero al llegar a su década de vida número cuatro, y saber que está embarazada, la veterana ladrona quiere retirarse del crimen, algo en la que es secundada por la más joven Alex.
Sin embargo, La Madrina la presiona violentamente -lo que incluye la muerte del conejo mascota de Alex- y la involucra en el robo de la pintura conocida como La gran odalisca.
Un supuesto último trabajo para el dúo donde contarán con la ayuda del experimentado Abner (Philippe Katerine) y sumarán una integrante al equipo: Sam (Manon Bresch).
Una hábil conductora de motos y automóviles que no sabe nada de atracos ni pistolas, pero será entrenada por sus nuevas compañeras de trabajo para concretar el golpe.
De la acción a los sentimientos
El que realizarán en una exhibición de arte en un ex convento en la isla de Cerdeña, luego de pasar algunos días de descanso en la gran casa del lugar arrendada por Abner.
Lo que ofrece la oportunidad para que empiece el entrenamiento de Sam, mientras ella entabla lazos más profundos con sus colegas y Alex se enamora de un traficante de armas.
Aunque el peligro sigue presente, como también algunas peleas y escapes a gran velocidad, mientras la cinta pierde algo de ritmo y profundiza en su lado dramático.
El que hace que Ladronas pase de un inicio marcado por la adrenalina a un final embebido en sentimientos, que claramente no será del agrado de los seguidores/as más duros de la acción.
Pero esto no le resta atractivo, especialmente por la química que logran sus personajes y el nivel de las actrices que les dan vida, con Laurent y Exarchopoulos demostrando todo su talento.