Hace poco el drama bélico se hizo presente en Netflix con Sin novedad en el frente, la película ambientada en la Primera Guerra Mundial. Un conflicto del que Las combatientes ofrece otra mirada.
Ya que la serie creada por Cécile Lorne y Camille Treiner para TF1, coproducida por Francia y Bélgica, tiene como escenario la Gran Guerra, pero la revisita a través de las vivencias de cuatro mujeres.
Lo que realiza a lo largo de ocho episodios donde sus protagonistas no solo lidian con la crueldad del enfrentamiento armado, sino que también con sus diferentes problemas personales.
Con lo que el espacio que llega a Netflix, tras debutar en septiembre en algunos países de Europa, amplía su arco dramático, mezclando las heridas de guerra con los traumas de la cotidianidad.
Lo que conforma un relato que cautiva por el ritmo que alcanza su trama, como también por su ambientación de época y el desempeño de su elenco, a pesar de su tendencia al melodrama.
El drama de la guerra se toma Saint-Paulin
Lo que se desarrolla en la narración que se inicia a fines del verano boreal de 1914, cuando la Primera Guerra alcanza el noreste de Francia y las fuerzas galas intentan contener el ataque alemán.
En especial en el sector de los Vosgos, donde se conocerán cuatro mujeres muy diferentes: Suzanne (Camille Lou), Marguerite (Audrey Fleurot), Caroline (Sofia Essaïdi) y Agnès (Julie de Bona).
Las que pasarán a ser parte del grupo de pobladoras de Saint-Paulin que tras la partida de los hombres como soldados a la batalla, tienen que reemplazarlos en campos, fábricas y hospitales.
A las que al inicio de la trama se une Marguerite, quien llega desde París a un burdel local, al mismo tiempo que Suzanne también arriba, pero escondida en el camión de Jeanne (Romane Portail).
Lo que sucede en tanto el convento local, transformado en hospital, recibe a varios heridos bajo la supervisión de la Madre Superiora Agnès y Caroline se hace cargo de la fábrica de su marido.
Los conflictos de las protagonistas
Lo que ocurre tras la partida de este al frente y se volverá más difícil cuando sus obreros sean obligados a reclutarse y su cuñado le hable sobre los planes de comenzar a fabricar armas.
Pero para las demás las cosas tampoco son fáciles, ya que Suzanne, con el nombre de Jeanne, ha sido acogida por Agnès en el convento, donde pone en práctica su experiencia como enfermera.
Por lo que se convertirá en la mano derecha del cirujano a cargo de tratar a los heridos en combate, el cirujano y oficial Joseph Duvernet (Tom Leeb), mientras la busca un inspector policial.
Sin embargo, esto es solo parte de los problemas y secretos en torno a las protagonistas, ya que Marguerite es sospechosa de ser espía y Caroline oculta un oscuro pasaje de su pasado.
A lo que se sumarán conflictos en torno los traumas de las víctimas, la relación de Joseph con su padre y las novicias, haciendo de Las combatientes un drama de época atractivo e imparable.