Como una especie de terapia grupal, en cada capítulo de Lo que vi -un show que, se supone, se basa en hechos reales-, una persona del grupo empieza a compartir su experiencia paranormal.
Mientras relata cómo fue su contacto con el más allá, espeluznantes recreaciones acompañan la historia.
Quizás la realidad que podemos encontrar en Lo que vi son las impresiones y emociones que se producen en este grupo cuando la persona narra el cómo fue.
Si eres un innovador y te atraen los contenidos de terror, quizás esta es una serie para pasar el rato.
Los capítulos de la segunda temporada de este show son de corta duración, perfectos para una dosis diaria de susto.
O también una muy buena opción si quieres hacer un especial de Halloween con tus amigos.
Ningún capítulo de Lo que vi tiene relación con el otro, por lo que puedes ver esta serie en la forma que tú quieras y donde quieras. El miedo que sentirás será igual.
Desde historias de posesiones malévolas, hasta exorcismos malogrados, la segunda temporada viene recargada de recreaciones que te dejarán horrorizado.
El horror de Lo que vi
En el primer capítulo conocemos la impactante historia de las cuidadoras de un hogar de ancianos.
Su trabajo allí era tranquilo, hasta que una nueva inquilina llegó a perturbar la calma que reinaba en el lugar. Con ella venía un extraño espíritu que no se iría tan fácilmente.
Sin finales cerrados, todas las historias sugieren que esos eventos paranormales nunca fueron debidamente tratados, por lo que pueden, hoy y ahora, estar ocasionando miedo en quienes tengan relación directa con el lugar donde ocurrieron los hechos que nos describen.
Si la historia te suena, quizás deberías tomar medidas.
En esta nueva entrega mejoran notablemente los efectos audiovisuales comparado con la primera temporada.
El look and feel logra dar una atmósfera de miedo envolvente -si es que tienes un buen subwoofer- y, lo más importante, algo de veracidad en aquello que se está contando.
Si bien son historias entretenidas, sin duda que esta no es una serie para un público que de verdad ame el terror, porque su guion puede ser muy innovador para quienes son estrictos con el género.