Tras la mirada a la identidad racial de Claroscuro, llega a Netflix otra película que la aborda. Pero Los extraños ya no lo hace desde el drama de época sino desde el suspenso con cuotas de terror.
Porque la película de Nathaniel Martello-White, con la que debuta en la dirección de un largometraje, tiene claramente como una de sus inspiraciones las cintas de horror de Jordan Peele.
Ya que la historia centrada en una mujer que al parecer tiene todo resuelto en su vida hasta que aparecen dos “desconocidos”, también aborda lo aterrador con espíritu de crítica racial y social.
Lo que le confiere al filme de Martello-White la imborrable sensación de que “esto ya lo he visto”, pero logra marcar su individualidad esencialmente gracias a la actuación de Ashley Madekwe.
La cual interpreta a su protagonista, quien al inicio del relato se llama Cheryl y vive en un popular barrio de Londres, hasta que lo abandona tras una tensa conversación con su hermana.
Una nueva vida en los suburbios
Con lo que la mujer, de raza negra, pero piel muy clara, escapa del departamento y lo que la perturba, dejando atrás a Michael, un hombre que la llama insistentemente al celular y teléfono fijo.
Sin embargo, rápidamente la narración, ambientada antes en el 2003, viaja al presente de Charyl, cuando es conocida como Neve y trabaja como subdirectora de la escuela Castle Combe.
La cual se ubica en un suburbio predominantemente blanco, donde ella vive con su marido también blanco, Ian (Justin Salinger), y hijos Mary (Maria Almeida) y Sebastian (Samuel Small).
El cual le recuerda a su madre que también tienen sangre negra, condición que ella no esconde, pero tampoco menciona, claramente para no diferenciarse de su acomodado entorno social.
Pero la llegada de dos desconocidos afro británicos comienza a desestabilizar la existencia de Neve, quien comienza a verlos en diferentes sectores de su barrio, incluso fuera de su casa.
Los otros protagonistas del relato
Aunque en varias de estas ocasiones al parecer solo ella los puede observar, con lo que se puede dudar de su estabilidad mental. Instante en que la película da un salto a cinco días atrás.
En una segunda parte en que se conoce a los jóvenes Carl (Jorden Myrie) y Dione (Bukky Bakray), los responsables del quiebre de la tranquilidad de Neve que se relacionan con su pasado.
Del cual ella continúa escapando, pero no por mucho tiempo más, al mismo tiempo que el largometraje expone su obsesión por esconder su identidad racial, más a ella misma que a su entorno.
En una mezcla de momentos de intensidad que limitan con el horror, junto al drama de la aceptación e integración, que deriva en un final no menos intenso, pero muy inesperado.
Lo que no resta a Los extraños la capacidad de atrapar al espectador con su trama, a pesar de las inevitables comparaciones con cintas como ¡Huye! y que por momentos alguien sobreactúe.