El estadounidense Jack London alcanzó fama como escritor de relatos sobre desafíos y aventuras, como Colmillo Blanco y La llamada de la selva. Pero en 1901 incursionó en la reflexión política con la serie de cuentos aunados en Los Favoritos de Midas.
Y es precisamente el relato que da nombre a dicho volumen el que más de un siglo después inspira y titula la nueva miniserie original de Netflix hecha en España. Una producción que deja el Estados Unidos de fines del siglo XIX y lo cambia por el Madrid contemporáneo.
Y ya no está el magnate de los ferrocarriles Eben Hale, sino que Víctor Genovés (Luis Tosar), el heredero del conglomerado de medios Malvar, quien quedó a la cabeza del grupo tras la repentina muerte de su fundador, Antonio Malvar.
Un traspaso de mando que sorprendió a los accionistas, ya que Genovés solo era un empleado modelo y de confianza del empresario, sin parentesco alguno. Una ascensión al poder mal vista, que se complicará todavía más con la llegada a sus manos de una carta.
En ésta, un grupo que se presenta como Los Favoritos de Midas -que en el cuento original se identificaban como miembros del proletariado intelectual- le pide el pago de 50 millones de euros o, si prefiere, el traspaso de “cómodas” 10 cuotas de 5 millones cada una.
Esto a cambio de la vida de una persona, alguien elegido al azar que fallecerá en diez días a menos de que se realice el primer reembolso.
Algo a lo que el ejecutivo resta importancia hasta que una mujer muere atropellada, en el sector que los Favoritos le habían indicado.
Un juego de poder y de culpas
Preocupado, Genovés recurre discretamente al departamento de extorsiones de la policía madrileña, comandado por el Inspector Conte (Willy Toledo), que comienza de inmediato una investigación. Pero una segunda muerte enciende las alarmas.
De forma paralela, las calles de Madrid amparan una serie de protestas. Manifestaciones que son además escenario del camuflado accionar de Los Favoritos de Midas, que deja una tercera víctima y a Genovés luchando con su conciencia.
A esto se suma una subtrama relacionada con el diario que posee el grupo Malvar, El Observador Nacional, y con Mónica Báez (Marta Belmonte), periodista que tras entrevistar a un líder Sirio, destapa un escándalo relacionado con el Banco Industrial de Madrid.
Y también la reaparición de su antigua amiga María José “Jose” Alba (Marta Milans), quien ahora es la CEO o directora ejecutiva de una poderosa multinacional conectada con las comunicaciones, y que le hace a Genovés una oferta por la empresa que lidera.
Una mezcla de chantaje, remordimiento y poder político y monetario, que se suma a los problemas personales que él enfrenta, como una tensa relación con su ex mujer y un no buscado alejamiento de su pequeño hijo, además de su inesperado romance con Báez.
Todo lo que confiere a Los Favoritos de Midas una intensidad y complejidad que seducen al espectador y lo llevan a lo largo de seis capítulos plenos de suspenso, donde surgen más dudas que respuestas. Y que confirma el buen momento de las series españolas de Netflix.