Los últimos días del crimen: la nueva y violenta apuesta por la acción de Netflix
El francés Olivier Megaton dirige la película donde un trío criminal se embarca en un gran atraco, antes de que el gobierno de EE.UU. erradique la delincuencia con una señal que altera las mentes.
Tras consolidarse como artista plástico, Olivier Megaton pasó a los cortos y más tarde a largometrajes con un punto en común: la acción. Un género que viene explorando por casi dos décadas y en el que presenta su primer título original para Netflix: Los últimos días del crimen.
Una apuesta que tiene como inspiración la homónima y no menos violenta novela gráfica de Rick Remender y Greg Tocchini que se ambienta en un futuro no muy lejano, donde el crimen se ha apoderado de las calles de EE.UU.
Una situación que se replica en la película con la firma del director francés y para la cual el gobierno de ese país desarrolló una señal que altera la mente, haciendo imposible que alguien viole la ley luego de que ésta se transmita a lo largo y ancho de su territorio.
Entre quienes se verán afectados está Graham Bricke (Edgar Ramírez), criminal que perdió a su pandilla y a su hermano menor, y al que ahora se le presenta la posibilidad de efectuar un último atraco antes de la emisión de la denominada Iniciativa Estadounidense de Paz (IEP).
Un plan detrás del cual se encuentran el hijo de uno de los capos mafiosos de la ciudad, Kevin Cash (Michael Pitt), y su novia, la hacker Shelby Dupree (Anna Brewster), y al que en un primer momento Bricke no tiene mucho interés en sumarse.
Sin embargo, la posibilidad de obtener una gran recompensa, además de la presencia de la seductora Shelby, convencen al silencioso ladrón de unirse al robo de la Casa de Moneda local, minutos antes de que se active la IEP, para luego huir hacia la fronteriza Canadá.
Violenta aventura con la firma de Megaton
Una nueva apuesta por la acción con la que Netflix busca replicar parte del éxito de Misión de rescate -donde Chris Hemsworth es un duro mercenario-, y Megaton confirma su experiencia en este género, después de cintas como Búsqueda implacable 2 y 3.
Así el realizador ofrece en Los últimos días del crimen la crudeza habitual de este tipo de cintas –balaceras, persecuciones, explosiones y bastante sangre-, junto a cuotas de suspenso, lujuria y drama con que busca humanizar su violento relato.
De esta forma, en un minuto tiene a Bricke rociando a un hombre con gasolina, para minutos más tarde mostrarlo apesadumbrado por la muerte de su hermano. O a Shelby seduciendo a este mismo criminal y luego preocupándose por el destino de su hermana menor.
Una suma de opuestos a la que falta agregar el contraste entre sus protagónicos. Con el personaje de Ramírez casi inmutable y con un reducido parlamento, frente a la fulminante y locuaz presencia de Pitt y su encarnación de Cash al filo de la demencia.
Lo que finalmente hace esta aventura con la firma de Megaton -de apellido Fontana y que se rebautizó así por nacer en el aniversario 20 del lanzamiento de la bomba en Hiroshima- una correcta, aunque vacilante adición a la oferta de películas de acción que ofrece el catálogo de Netflix.
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