Luca: la nueva y vivaz película de Pixar que debuta por Disney+
La realización animada muestra la veraniega aventura de dos pequeños amigos que cambian su mundo bajo el mar por un poblado italiano de los años 50.
En junio de 2012, como preámbulo de la cinta Valiente, el público conoció el cortometraje animado titulado La Luna, con el que italiano Enrico Casarosa debutó en la dirección. Una labor que, casi una década después, él repite en la nueva película de Pixar: Luca.
Un filme que se estrena en Disney+ y para el que Casarosa nuevamente se inspiró en sus raíces, como ya lo hizo en el corto donde mostró la historia de una familia -un bambino, su papà y su nonno- que sacaban las estrellas fugaces que caían en la superficie lunar.
Pero en sus primeros minutos, el nuevo largometraje de Pixar lleva al espectador un poco más allá de las tierras de Italia, específicamente a un sector bajo el mar cercano a la costa de Liguria, donde vive el pequeño niño -o mejor dicho criatura marina– llamado Luca.
El que a sus cortos 13 años de edad divide sus días entre el pastoreo de peces y pensar en cómo será la superficie, al descubrir los extraños elementos que desde allí caen al fondo del mar. Más cuando descubre que al parecer su abuela ha estado en tierra firme.
Todo comienza a cambiar de rumbo cuando Luca descubre a un buzo en apariencia humano. Sin embargo, se trata de Alberto, un chico un poco mayor y de su especie que se ha sumergido para recolectar las cosas terrestres que atesora donde vive fuera del agua.
Una aventura fuera del agua
Algo que el adolescente puede hacer, porque cuando estas criaturas dejan el mar sus cuerpos toman apariencia humana hasta que retornan el agua. Así, de un momento para otro, Luca también puede disfrutar del sol de la costa junto a su nuevo amigo.
Un vivaz muchacho que lo introduce en el mundo exterior, especialmente en el de las motonetas Vespa, y además le enseña que para confrontar el miedo solo debe hacer callar a su “Bruno interior” o, en el caso de él, encomendarse a una foto de Marcello Mastroianni.
Pero las aventuras terrestres de Luca peligran luego de que sus padres, Daniela y Lorenzo, descubren sus salidas y deciden que pasará el resto del verano junto a su tío Ugo en la oscuridad de las profundidades del océano, alimentándose de restos de ballenas.
Ante esto, Luca escapa junto a Alberto a la localidad costera de Portorosso, donde no solo descubren al desagradable dueño de una hermosa Vespa, el abusivo Ercole, sino que también a Giulia, la hija del dueño de la pescadería local que les habla de una competencia.
Esta es la Copa Portorosso, un triatlón tradicional italiano donde los participantes deben nadar, andar en bicicleta y comer pasta. La misma en que ella participa cada año y que a los forasteros les permitiría ganar dinero para comprar una motoneta de segunda mano.
Amistad y una nueva familia
Esto une los caminos de Luca, Alberto y Giulia, quienes se transforman en un equipo para la copa y además empiezan a entablar una gran amistad. Más luego de que la despierta niña los lleva a la casa donde vive junto a su papá Massimo y su gato Machiavelli.
Donde los niños encuentran refugio y trabajo, ayudando a Massimo con la pesca diaria -sin tocar el mar-, mientras entrenan para la competencia. Esto hace que Luca se dedique a pedalear por las empinadas calles del pueblo, en tanto Alberto come todo tipo de pastas.
Sin embargo, siempre está presente el peligro de que les caiga agua y vuelvan a su forma de “monstruos marinos”, como los pescadores locales han bautizado a su especie. Y que Daniela y Lorenzo, quienes también están en Portorosso, den con el paradero de Luca.
Todo lo que se ambienta en un colorido y pintoresco poblado de la riviera italiana de los años 50, atiborrado de detalles, como los afiches de películas como La strada en las murallas de sus viejos edificios; mientras suenan las canciones de Mina y Gianni Morandi.
Y donde además están presentes la delicada animación de Pixar como también una entrañable y aleccionadora historia para chicos y grandes. Que en este caso muestra la importancia de la amistad y el valorar las diferencias, de una manera cálida y divertida.
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