En tiempos de pandemia y reclusión vienen bien algunas dosis de fantasía para disfrutar en casa, y mejor si se inspiran en el Rey Arturo y su leyenda. Un mundo de magia y caballeros, en el límite de la mitología y la historia británica, que inspira Maldita.

Esta última es la más reciente serie original de Netflix que ofrece una mirada completamente renovada al mito del héroe inglés, conservando su figura, como también las de Merlín y Uther Pendragon, pero reservando el protagonismo a una joven aldeana.

Su nombre es Nimue (Katherine Langford) y forma parte de una tribu de Inefables -seres ligados a los bosques, los encantamientos y la sanación-, aunque su vínculo desde niña con el poder de los Oscuros la han hecho ser rechazada por su propio pueblo.

Todo empeora en su vida cuando el Padre Carden (Peter Mullan) y los Paladines Rojos atacan su villa para eliminar, en el nombre de la Iglesia Católica, a quienes ellos consideran demonios, con la ayuda del poderoso Monje Que Llora (Daniel Sharman).

En medio del ataque, Nimue recibe de su moribunda madre un último deseo: que le entregue a Merlín (Gustaf Skarsgård) una poderosa espada -la Excalibur de la fábula- que ha mantenido oculta por años y que podría cambiar el destino de quien la posea.

Con el arma en sus manos, la adolescente inicia una arriesgada aventura para cumplir lo que le prometió a su madre. Y será durante este camino que su destino se unirá irremediablemente al de un atractivo mercenario llamado Arturo (Devon Terrell).

Una joven y valiente guerrera

Así, como portadora de la mágica espada, que también desea poseer el Rey Uther (Sebastian Armesto), Nimue se convierte en la pieza central de la serie Maldita, cuya idea nació al mismo tiempo que una novela gráfica homónima que se lanzó en octubre pasado.

Dos creaciones hermanas, surgidas de la asociación entre el guionista y productor Tom Wheeler y el ícono del cómic Frank Miller (300), quienes aquí no solo reescriben la leyenda arturiana, sino que enfocan su mirada en las mujeres de su mundo.

Donde Nimue no solo debe aceptar su propia y poderosa naturaleza, sino también el convertirse en una guerrera que tiene entre sus manos un arma ancestral -que además puede ser peligrosa para quien la empuñe- y el destino de su pueblo.

La pesada carga para una adolescente y el ingrediente esencial de los 10 capítulos que componen el espacio, que se combina con grandes dosis de acción y fantasía, y algunas cuotas de violentas y sangrientas muertes, causadas por héroes y villanos.

Todo a cargo de un muy buen elenco, donde destacan el escocés Peter Mullan (Mi nombre es todo lo que tengo), como el retorcido Padre Carden, y el sueco Gustav Skarsgård (Vikingos), como un Merlín muy lejano a la clásica figura del anciano mago.

Además de Katherine Langford (13 reasons why) como la aguerrida Nimue, el eje de una aventura plena de ficción y energía, que puede entretener tanto a jóvenes como adultos. Y que, como buena serie de aventuras que es, es perfecta para una maratón de fin de semana.

Ver en Netflix