Aunque el resto de las plataformas están lejos de igualar la oferta de Netflix, pausadamente han ido sumando títulos coreanos como Maldito día de suerte, en el caso de Paramount+.
La misma plataforma de streaming que debutó en el apartado de producciones de Corea del Sur con el thriller Save me y después sumó dos series originales: Yonder y El acuerdo.
La primera una miniserie de drama y ciencia ficción, y, la segunda, un thriller donde el tráfico de órganos se combina con la tragedia que provoca un terremoto en un hotel.
Diferentes géneros y situaciones que lograron impactar a los espectadores, como también seguramente lo hará Maldito día de suerte, con el suspenso y el drama como sus puntales.
Los ingredientes esenciales de la producción inspirada en el webtoon Unsu ojin nal, de Aporia, donde un taxista enfrenta una pesadilla tras recoger a un pasajero muy extraño.
Oh Taek acepta un largo viaje
Como también se replica en la realización dirigida por Pil Gam-seong, que a través de 10 emisiones, revive en acción real la traumática experiencia de Oh Taek.
El taxista, interpretado en la serie por Lee Sung-min, que tras un sueño con muchos cerdos -símbolo de fortuna- está convencido que ese nuevo día cambiará de verdad su suerte.
Por lo que este conductor, que maneja autos de alquiler tras perderlo todo por un engaño que además llevó a la separación de su familia, comienza su día laboral de la mejor forma.
En el que luego de conseguir varios viajes, se reencuentra con su ex esposa y sostienen una charla cordial en la que Oh le promete pagar la universidad de su hija.
Lo que empuja al taxista a pedir dinero prestado a sus amigos y aceptar la larga carrera que le propone un pasajero, quien debe llegar a un puerto para tomar un barco como polizón.
Soon-Kyu busca al asesino de su hijo
Una declaración inusual que el taxista deja pasar hasta que otros detalles le revelan el lado oscuro de su cliente, quien se llama Geum Hyuk-soo (Yoo Yeon-seok) y es un psicópata.
El cual lleva a Oh por un viaje que revelará su desquiciada personalidad e irá dejando varias víctimas, al mismo tiempo que de forma paralela se presenta a Soon-kyu (Lee Jung-eun).
Una madre que está convencida de que su hijo no se suicidó, sino que fue asesinado, como se lo ha tratado de demostrar al detective de la policía Kim Joong-min (Jeong Man-sik).
Lo que comprueba tras dar con el nombre y la casa de Hyuk-soo, y decide seguir su rastro, cruzando su destino con Oh y el horroroso trayecto que realiza junto al sociópata.
Con las sorpresas duplicándose a cada tramo de la incesante trama, sumando además como figura clave a la hija del taxista y una inesperada revelación en los capítulos finales.
Lo que casi siempre se desarrolla bajo la penumbra de la noche y con actuaciones muy destacadas, en especial las intensas interpretaciones de Lee Sung-min y Yoo Yeon-seok.