Como la “película taiwanesa más aterradora de la historia” fue calificada Maleficio, luego de su estreno en los cines de Taiwán en marzo pasado y de recaudar de paso unos históricos US$ 5,7 millones de dólares.
Un éxito de taquilla que también se repitió entre la crítica local y que llevó a que Netflix adquiriera rápidamente los derechos de la cinta dirigida por Kevin Ko, para llevar su apuesta por el horror al resto del mundo.
La cual combina dos métodos narrativos usados ampliamente en este género: el documental falso y el found footage, o metraje encontrado, para mostrar un relato que supuestamente se basa en un caso real.
El cual habría involucrado a una familia de adoradores de una secta, aunque en varias entrevistas el mismo Ko haya asegurado que su real inspiración como realizador y guionista fue una pesadilla que él tuvo.
La que lo llevó a concebir la historia centrada en la atormentada Li Ronan (Tsai Hsuan-yen), quien registra un video donde explica que hace seis años violó un tabú terrible que ahora afecta a los que la rodean.
Como lo muestran las imágenes grabadas en un celular de un grave accidente que estaría relacionado con la maldición que la afecta, además de lo que sucede con su pequeña hija Dodo (Huang Sin-ting).
Un error del pasado se hace pesadilla
Por la que en la misma grabación que realiza Ronan pide ayuda e incluso hace memorizar un símbolo y recitar. El que, como se va viendo en los minutos que siguen, tiene relación con lo que ocurrió hace seis años.
Cuando junto a su equipo de Cazadores de Fantasmas, que incluye a su pareja Dom (Sean Lin) y al bromista Yuan (RQ), va a filmar un nuevo capítulo de su espacio para desmentir supersticiones relacionadas con un túnel.
El cual se encuentra en la propiedad que los familiares de Dom tienen en la montaña. Un grupo que adora a la Madre Buda y exhibe inusuales comportamientos y ritos que llaman la atención del grupo de jóvenes.
Y donde finalmente Yuan y Dom acceden al túnel con trágicas consecuencias, dejando a Ronan en medio de una pesadilla sin sentido. Por la que poco después es llevada a un psiquiátrico y debe dar a su hija en adopción.
Pero cuando puede recobrar a Dodo y piensa que ha superado sus miedos, la maldición retorna más fuerte y hace de la niña su víctima, obligando a su desesperada madre a hacer lo imposible por detenerla.
En una sucesión de espeluznantes vivencias que se conocen por lo registrado en videos caseros, celulares y cámaras de seguridad, que enfrentan al espectador a una escalofriante narración bien ejecutada y bien actuada.