Dorados estaba en la última posición de la tabla de segunda división del fútbol mexicano, hasta que pasó algo que los llevó a la cima. Ese “algo” lleva el nombre de uno de los máximos ídolos del fútbol mundial y la docuserie Maradona en Sinaloa (Maradona in Mexico) recuerda en Netflix esa historia de amor, breve pero intensa, entre Diego y el equipo de la ciudad sinaloense de Culiacán.
El documental muestra cómo en México el futbolista cambió su suerte como técnico, una que no había sido demasiado exitosa, pero que esta vez hizo que un plantel derrotado fuera ganando confianza y partidos, uno tras otro.
A lo largo de los siete capítulos (de unos 30 minutos cada uno) de la producción se ve cómo Maradona se va ganando a los jugadores, inyectándoles pasión y corazón, además de táctica. La ciudad se vuelca en torno al ídolo y apoya con más fuerzas al equipo, lo que también ayuda al éxito deportivo.
Hace unos meses el argentino anunció que no seguirá como entrenador de Dorados para someterse a un par de cirugías que tenía pendientes. Pero lo indudable es que su paso por Culiacán marcó a la ciudad y a todo un estado, antes sólo recordado por ser la cuna de uno de los carteles de narcotráfico más grandes del mundo.
Un trabajo sobrio y correcto de Netflix, bien estructurado y bastante completo, que muestra los logros y la intimidad de ese camarín cargado de risas, lágrimas, cánticos e incluso bailes. Como es Maradona, con su pasión futbolera que siempre lo tiene al borde del infarto.