Dentro de la historia médica de Estados Unidos, en años recientes el nombre de OxyContin se convirtió en el símbolo de uno de sus más grandes errores, como lo revive Medicina letal.
El espacio creado por Micah Fitzerman-Blue y Noah Harpster, e inspirada por libro Pain killer, de Barry Meier, y el artículo The family that built an empire of pain, de Patrick Radden Keefe.
Y que en la forma de una miniserie de seis capítulos, ya disponibles en Netflix, recrea una historia de la vida real, pero con lugares, personajes y hechos modificados con fines dramáticos.
Como lo dejan en claro, al inicio de cada una de sus emisiones, los familiares de distintas víctimas del calmante fabricado por Purdue Pharma, que detonó la Crisis de Opioides.
La forma en que se bautizó el fenómeno que desde los años 90 ha provocado la dependencia de cientos de estadounidenses a los opioides legales, y cuya génesis revela la serie.
Lo que su relato efectúa teniendo como su testigo y especie de narradora a Edie Flowers (Uzo Aduba), quien a mediados de los 90 trabajaba como investigadora para la fiscalía de EE.UU.
En busca de justicia para las víctimas
La misma que años después es invitada a Washington por la firma de abogados que tomó a su cargo la demanda contra la farmacéutica Purdue, acusándola de iniciar la crisis de los opioides.
Una cita a la que Edie asiste con reticencia, pero en la que ofrece su testimonio cuando se da cuenta que quizás este bufete logre que pague sus culpas Richard Sackler (Matthew Broderick).
El presidente de Purdue e ideólogo de la creación y puesta en el mercado de OxyContin, por lo tanto el principal antagonista de una narración que capítulo a capítulo adquiere mayor ritmo.
Una característica esencial para involucrar al espectador en una historia que mezcla drama y suspenso, donde la avaricia y falta de ética provocan un colapso con cientos de víctimas.
Como Glen Kryger (Taylor Kitsch), el mecánico que tras una lesión en la espalda toma el opioide para aliviar el dolor, transformándose rápidamente en un adicto a esta medicina.
Pero Medicina letal también aborda la experiencia de una joven vendedora del calmante, Shannon Schaeffer (West Duchovny), que es otra pieza más del engranaje de un accionar inmoral.
Del cual en ningún momento Purdue o la familia Sackler se ha hecho cargo, como lo revela el amargo cierre de una miniserie que revela con crudeza una crisis que está lejos de terminar.